Opiniones Lagarto Brasserie

Bueno bueno bueno… No conocía este restaurante de reminiscencias belga/francesa en Costa Adeje, en el sur de la isla de Tenerife. Con una decoración muy peculiar, teniendo terraza para disfrutar de las vistas al mar… he podido probar una nueva propuesta del equipo de cocina. A partir de ahora, de lunes a viernes de 13:30 a 15:30 puedes degustar este brunch… ¡y qué brunch! Nunca había estado en una mesa, donde cada plato estuviese al mismo nivel que el anterior! Aunque mis favoritos fueron: las ostras con aguacate y siracha y el Tataki de atún con fresa balsámica. Y del postre… qué podemos decir los que somos amantes de un Dulce? Para aquellos que además los guste combinar lo frío con lo caliente y diferentes texturas… el Dame Blanche, helado de vainilla, Nara montada y chocolate crujiente fundido es tu elección. Para repetir y con muchas ganas! Gracias al equipo por el trato inigualable y el servicio impecable!

Buen servicio y comida bien pero primeros platos como el risotto algo escasos de cantidad. Aconsejo pedir algun entrante.

5 estrellas es poco. Este sitio es espectacular. Servicio y atención muy buena y profesional. Gracias a Elizabeth y Alicia. Angus Chateubriand, una carne muy rica y especial, un plato perfecto para compartir. Carpaccio y risotto también estaban perfecto. Un restaurante de gran calidad en La Caleta.

Una experiencia maravillosa, apta para todos los gustos😍 fui con una amiga y todo lo que probamos era una explosión de sabores en nuestro paladar, reímos mucho y nos sentíamos muy cómodas ya que su personal es inmejorable, cuidan cada detalle y son muy cercanos pero educados, deseando volver, gracias por todo!

Era nuestra última noche en Tenerife y tras pasar el día entero recorriendo playas, teníamos ganas de seguir celebrando el cumpleaños de mi pareja con una cena en un lugar especial. Encontramos este sitio por las recomendaciones de internet y al verlo en persona nos convenció. Desde el minuto uno se notó la profesionalidad. Había música en directo (un hombre tocaba el piano y cantaba ambientando el espacio). Teníamos un poco de frío en la mesa y nos cambiaron sin problema. La primera camarera que nos atendió (rubia, canaria) tenía un desparpajo y alegría que nos hizo sentir en el sitio idóneo. Nos recomendó con mucho cariño: elegimos las croquetas de gamba blanca, la cazuela de pollo al limón y los raviolis veganos. La textura de las croquetas exquisita (una para cada uno), el pollo era como comerlo en casa de una abuelita canaria (romero, limón, suavidad, un sabor a tierra y a campo que llenaba el alma) y los raviolis veganos (un plato muy original). El sommelier tenía mucho conocimiento y presencia (de las veces que más profesionalidad hemos encontrado en este sentido). Nos decidimos por CAN: vino D.O de La Orotava canaria. Sabor intenso para quienes gozan de un vino tipo de Toro. Por último pedimos brownie y les pedí velita por el cumpleaños de mi novio: Cristina, una camarera ENCANTADORA trajo la vela y cantó con otros compañeros. Estuvimos un rato hablando con ella y hubo una conexión increíble. La verdad que repetiríamos sin duda. Un sitio que más allá de la apariencia tiene muchísimo que ofrecer. Todo un acierto. Muchísimas gracias a todos!!!