Fuimos 13:30 sin reserva y nos atendieron muy amablemente. Sino me equivoco en los nombre Ángel un chico joven muy agradable que te pone bebida, carta y lo que necesites y luego Miguel que fue un encanto, ofriendo su experiencia en la carta y en vinos. Pedimos una habitas con jamón ibérico (11,50€), Meloso de Ternera con Setas (14,50€), una pierna de cordero a la segoviana a baja temperatura (20,50€) y un vino Ceres (17€), café (1,50€). Calidad Precio muy bien, volveremos a repetir. Recomiendo reservar, el café lo tomamos en la terraza porque el comedor se llenó y en la mesa k estuvimos (molestábamos un poco a las demás mesas ). Tendría que agradecer el solecito que hacia en la terraza, además disponen de futbolín y algunos anímales para ver si vas con niños.
Muy buen restaurante Los caracoles están buenísimos y el cabrito a baja temperatura exquisito
angeles delcerro amaya
+5
Todo muy rico. Los platos generosos. Los productos muy ricos. El personal muy amable
Un restaurante de los de toda la vida comida casera y bien elaborada, el servicio fue excelente.
Las carnes hechas a la brasa y los calsots son dos de los platos a reseñar en este local, la verdad es que nos sorprendió el lugar, en el exterior tiene varias zonas acotadas en las que hay pavos reales, avestruces, gallinas y otras aves, qué hace muy amena la visita con niños.
Lugar que se come muy bien, tanto desayunos como comidas, también los fines de semana. Tiene para comer dentro y fuera. Hay varios animales en el exterior, como pavos reales, gallinas, patos y hasta un Lemur. Los empleados son muy divertidos y serviciales. Tiene un menú a buen precio, aproximadamente 13.5€ con bebida, pan y postre. Adjunto algunas fotos del menú que yo me hice la última vez, todo muy sabroso. Muy recomendable para ir también en grupos ya que disponen de mucho espacio tanto en el interior como en el exterior.
El sitio y la calidad de la comida fue excelente, todo estaba muy bueno. En cuánto al servicio es bastante lento. Había una chica de camarera que muy simpática y muy bien, pero el camarero demostraba que no tenía ganas de trabajar y que hacía las cosas a desgana.
Recomiendo ir a comer a este lugar.
Una masía auténtica en medio de la ciudad. Si quieres comer verdadera comida catalana bien hecha y con buena.matwria prima. Nos dejéis de visitar este restaurante. Os sorprenderá!!!
Genial Para comidas de grupo, comida excelente, trato y servicio de diez, nos atendió Miguel y hizo una labor magnífica, y mejor persona. Volveremos sin duda. Muchas gracias y sitio muy recomendable. Excelentes las chips de alcachofa y la brasa. Mención especial a la Lubina muy rica.
Muy buen menú de mediodía con comida casera por 13,5€. Además el entorno donde estás parece que estés en una masia de campo. Diferente y original, pero con comida tradicional y muy buena. Comimos la paella de jueves y muy rica!
Totalmente recomendable. Es una estupenda masía de comida catalana a pocos minutos de Barcelona. Estaba todo buenísimo sobre todo el chuletón con el que te traen una piedra. El camarero nos atendió de lujo, nos recomendó con mucho gusto.
Volveré seguro!!
Vaya descubrimiento!!!! Masia de toda la vida con una gran variedad de platos caseros y brasa!!! No se si es mejor la calidad de la comida o el servicio ofrecido por parte del personal del establecimiento que a sido de 10!!sin duda volveremos cerquita de barcelona!!! Muchas gracias asta la próxima!!!
Hemos ido a comer con la família. El sitio sorprende por ser una masia enmedio de una zona industrial. La carta extensa y variada con productos de siempre. Hemos pedido alguna tapa para picar y después brasa. Todo estaba exquísito, y el precio acorde con la comida. Un buen sitio cerca de la ciudad para comer comida tradicional catalana. Los camareros amables. Si que hay muchas mesas en cada comedor y estás un poco apretado entre comensales.
Fuimos por los calçots, pero desafortunadamente esta vez no estaban en su punto.
De todas maneras, la comida magnífica y el trato excelente.
Siempre es buena opción.
Muy buen sitio!
A un paso de Barcelona encuentras un lugar tranquilo dónde se te trata bien y se te ofrece algo que ya se está perdiendo: comida de toda la vida y de calidad.
Sin un precio exagerado he comido un combinado de hievos fritos y lomo con patatas fritas. Las patatas fritas no eran congeladas y eso dice mucho del tipo de lugar dónde estás. El café de después era bueno, muy muy caliente pero bueno.
El trato del personal ha sido muy cordial, amable y correcto. Parece raro remarcar cosas que deberíamos dar por normales pero cada vez cuesta mas encontrar sitios cómo éste lugar: sabes que saldrás satisfecho antes de llegar.
Repetiré en el futuro!
![4]( "Recensione")
¿Quién ha dicho que para comer en una antigua masía tenemos que desplazarnos kilómetros allá del núcleo urbano? La Marina de l'Hospitalet está muy, muy cerca de la población de la que toma el nombre. Por si acaso, mejor dejarse llevar por un GPS hasta el amplio aparcamiento dentro de su recinto. Acercarse con transporte puede llegar a ser una aventura innecesaria. ¿Que quieres comer en el exterior en un espacio con aires de merendero? Pues bien. ¿Que prefieres uno de los comedores-museo donde igual te encuentras la sierra de San José como el primer móvil que tuvo tu suegra? Pues también. Mejor reservar mesa para evitar contratiempos. ¿Y la comida? Allá vamos. Se sirven desayunos y comidas de lunes a sábado. Cenas no. Y se puede optar por carta o menú. Hemos pedido menú, con varios primeros, segundos y postres. Platos caseros, sin complicarse la vida, en suficiente cantidad y listos, que el cliente también agradece un puchero y unas brasas. Los platos que salían de la carta tenían muy buen aspecto, aunque, claro, el precio sube. Finalmente, el servicio es muy correcto. Vamos, que es un restaurante digno de conocer.
Sitio que descubrimos por casualidad y que nos ha encantado por su buen decorado, una antigua masía catalana con animalitos incluidos (el avestruz es espectacular) y la comida fantástica, hemos comido un entrecot de vaca al peso en su piedra para acabar de cocinar nosotros y se deshace de lo tierna que está. El servicio muy atento en todo momento y nos aconsejaron a la perfecció. Tiene un cuarto como un reservado para reuniones familiares, y ya sabemos donde celebrar el 80 cumpleaños de mi padre. Repetimos sin falta.
Lo de carta está todo buenísimo, menú va de varios días que hemos tenido que devolver el plato ya que no estaba ni presentable ni bueno. Lo cambiaron sin problemas.
Dependiendo el día de cómo sople el aire se nota el olor al corral de las gallinas y pavos reales, si comes fuera.
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