Opiniones Sancho

Paramos volviendo de una escapada a Castellón.El restaurante se encuentra en la primera planta de un pequeño hotel, todo y que parece que son negocios distintos. No es muy grande, luminoso y se agradece que las mesas tengan una buena separación para comer de forma más íntima. Fue una grata sorpresa, con un menú de fin de semana de 20€. De primero comí una paella de gamba y carpaccio de pies de cerdo muy buena, me resultó acertada la combinación. La cantidad de pie de cerdo era poca pero la justa para dar más melosidad al arroz. De segundo tomé un suquet de rape. Era un suquet sencillo, sin gambas ni mejillones, pero el sofrito estaba muy bueno, y por 20€ el menú, no podemos pedir más. De postre vinieron con el carrito de pasteles, dónde habían 2 pasteles distintos y 3 tipos de tartaletas. Yo escogí un pastel relleno de crema y almendras por encima, muy rico, me gustó mucho. El servicio fue muy bueno, muy atentos, con un trato dulce y agradable. En definitiva, un restaurante para volver y totalmente recomendable.

Sin duda volvería.. Me ha sorprendido agradablemente que siendo un hotel ,sea la comida tan elaborada. Un trato muy Agradable,un ambiente tranquilo. Pedimos arroz a la marinera,que estaba delicioso. Gracias a todo el equipo!

Atentos serviciales, y lo que comimos espectacular . Que a sido anchaos del Cantábrico y arroz con cangrejo azul del Delta del Ebro,seguramente volveremos

es un establecimiento familiar al que le tenemos un cariño especial y que conozco desde mi más tierna infancia. allí somos muy bien recibidos. la comida es excelente e idealmente ubicado cerca de todo Lo recomendamos altamente y sin reservas. Sylvie y Pascal, ¡los “franceses” que seguirán siendo fieles!

De lo mejor de la zona sin lugar a dudas. Comida de calidad, hecha con cariño y como si estuvieras en casa. Un menú de sábados a buen precio y con el gran detalle de servirte un vermut mientas esperas (me encantan estás cosas) y también unos chupitos de limoncello que hacen ellos riquísimo. Fuimos la primera vez y repetimos y sin dudar. Siempre que estemos por la zona no dudaremos en visitarlo. Su gente es muy amable y acogedora y ya solo por eso merece la pena ir. Nos sorprendió una de las tartas que et a como de caramelo. Gracias "cosí" :-)