Sólo por las vistas desde la terraza ya merece las 5 estrellas, quitan el hipo.
Nos atendieron también muy bien y rápido, y tanto la chistorra, como los escalopes y los pimientos rellenos estaban muy ricos. Lo único que no me convenció fue la tarta de queso.
Pudimos estar con nuestro perro en la terraza.
El sitio está chulo. Nosotros en la terraza tuvimos el inconveniente de que había muchísimas moscas. Pero la cervecita y los pinchos que probamos estuvieron muy buenos.
En agosto hemos vuelto y hemos comido dentro, en el local. La verdad es que muy bien. Tanto el trato como la comida, fenomenal.
Partiendo de que el lugar esta maravillosamente situado... La comida, buenísima, las judías, la carne, la tarta de queso y la cuajada ahumada, le da un sabor sorprendente, de 10, no, de 11... La atención al público es de 12... Es que no hay nada malo y el menú diario es de 12€+IVA... que más se puede pedir... 😋
Un lugar con un encanto especial. Muy recomendable para ir a tomar algo y comer un pintxo de txistorra o panceta a la brasa. Se come estupendamente y a muy buen precio.
Ana Clara Gutiérrez Fleury
+4
Las vistas al Valle del Roncal merecen la visita. Nos trataron fenomenal y eso que tuvimos que esperar a tener mesa libre. Es mejor ir a primera hora 12:45h o bien al final, a partir de 16h, si no quieres esperar, ya que no admite reservas... Nosotros cominos sobre las 16h.
No puedo juzgar el interior, ni su oferta, porque ese día cerraron por vacaciones. Lo que sí puedo testificar que el entorno, el lugar, los alrededores son una maravilla. La casa restaurante está sola en el medio de un paisaje asombroso que mira al valle de Isaba, sólo por las vistas ya merece acercarse. Cerquita se encuentra un bonito paseo a la cascada de Belabartze, precioso
Me encanta el restaurante, la gente y sobre todo sus espectaculares vistas, nunca me canso
El restaurante está ubicado en un precioso entorno. La comida muy buena relación calidad- precio. Los camareros muy rápidos en servir y amables.
Pedimos: chistorra, migas, alubias y chuletillas con patatas. De postre: queso con membrillo y cuajada. Todo por 44€.
Refugio donde comer después de haber pasado la mañana en la montaña, la comida esta muy rica y sabrosa, y si tienes hambre porque te lo has currado te sentará espectacular, el trato muy agradable y el restaurante tiene una decoración muy rústica e interesante, los precios son muy competitivos y la comida esta espectacular.
Realmente increíble. Llegamos a las 16:45, preguntamos si tenían algo de comer, y nos dieron mesa con posibilidad de menú del día ( tres primeros y tres segundos + postres variados) o platos de carta!!! Y todo disponible!!! Solo por eso merecen las 5 estrellas. Buena ensalada mixta y mejor jarrete de cordero. Las chuletillas de ternera muy buenas. Magnífica atención de las camareras
La venta de Juan Pito se encuentra en un enclave elevado del valle de Belagua, con unas increíbles vistas de todo el valle y las montañas circundantes.
Hay un pequeño aparcamiento junto al restaurante. Desde aquí mismo se puede comenzar la ruta circular de Arrako, unos 5,5 kilómetros, o llegar sólo hasta la cascada de Arrako, unos 3 kilómetros ida y vuelta. Y después de recorrer una buena caminata toca una buena comida.
El restaurante no es excesivamente grande y tiene una decoración montañera muy chula: mesas de madera y taburetes hechos con troncos. Algunas mesas son bastante grandes con capacidad para 8 ó 10 personas.
No se pueden hacer reservas, a medida que llegas te van sentando y si está lleno se toman nota y entras por turnos, aunque puedes llegar a esperar bastante tiempo. Por esta razón es conveniente llegar pronto a comer.
Tienen menú del día y una carta bastante variada con entrantes, carnes y platos combinados. La comida es muy buena, platos bien elaborados con productos de cercanía y de gran calidad. Muy recomendables las migas, las alubias y la carne a la brasa. En los postres la cuajada casera está espectacular.
En cuanto al servicio también es muy bueno, son rápidos y muy atentos y amables.
Un restaurante muy recomendable con una relación calidad-precio excelente.
El entorno es precioso pero las 3 horas de espera para poder comer ( no admiten reservas) es para pensárselo.
Sitio espectacular!!! Como estes por la zona no dudes en comer aquí , ademas como se te alargue un poco la ruta de montaña, hasta las 5 y media comes fijo y muy muy bien.... Refugio de montaña muy acogedor con comida casera buenisima.... Fuera de carta tenian setas al ajillo!!!! Estando en temporada, como no, hay que probarlas... Y buenisimas!!!camareros atentos y profesionales!!!
Maravilloso sitio para ir sin prisa para degustar de su buena comida, con ingredientes frescos y de primera calidad, migas, alubias, chuletas ..postres, muy buena relación calidad precio, el sitio esta enclavado en un collado con unas espectaculares vistas del Valle de Isaba. La historia de la Venta de Juan Pito data de al menos 1820, cuando ya constituía un alto en el camino para los trabajadores del Roncal que se desplazaban todas las semanas a los talleres del sur de Francia andando. En aquel entonces se ofrecia también refugio para pasar la noche.
No estuvimos en el bar, solo en el mirador que hay justo delante, las vistas son inmejorables,
Fácil aparcamiento.
Visita obligatoria si se está por la zona. No admiten reservas, por lo que según cuando llegues tendrás que coger el número y esperar a que acaben los que están comiendo.
Muy buena relación calidad precio. Costillas brutales. El menú está genial también. Vistas espectaculares al valle.
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