La subida hasta el pueblo es un poco complicada, pero merece la pena. La comida está realmente buena, es casera y muy rica. La atención de las camareras muy adecuada: rápidas, amables y pendientes de todo. Las raciones son abundantes y el precio es correcto. Todo muy rico, especialmente el repollo relleno y la tarta de avellana. Lo recomendamos sin ninguna duda.
Ubicado a unos pocos kms de Villamayor en la ladera del monte disfrutando de unas magníficas vistas del
Concejo podrás disfrutar de una excelente comida en este restaurante instalado en una antigua casa típica de la zona.
Cocina casera con una buena elaboración y un trato familiar y agradable.
Buenos productos en un comedor agradable pero que no dispone de muchas plazas por lo que es conveniente reservar.
Si llegas tarde igual tienes algún problema para aparcar ya que la carretera acaba prácticamente en el restaurante y aunque dispone de aparcamiento se llena enseguida.
Antes o después dispones de excursiones de senderismo para disfrutar el entorno siendo recomendable el Antea recreativa de Villamayor con una cascada
Una opción diferente para comer en la zona
Muy bueno todo, excelente las cebollas rellenas de bonito, el rabo de toro, los postres, el pastel de kabratxo, los tortos con picadillo, las croquetas de cabrales. Para volver
Hemos ido a cenar varias veces al restaurante Atalaya y después de haber probado muchas de sus recetas no tenemos mas que felicitar a Marisol y a su madre Feli por todos los platos servidos, y por el excelente trato recibido de ellas.
Restaurante mas que aconsejable.
Hay que probar sí o sí las cebollas rellenas. 😃
Muchas gracias y hasta pronto.
Después de darnos un baño en El Chorrón de Villamayor, seguimos la ruta hasta La Atalaya, previa reserva.
Allí nos atendieron de maravilla y nos sentamos en la terraza con buenas vistas. A los perretes también les encantó.
Pedimos por encargo pote asturiano. Una maravilla, potente y jugoso, justo lo que necesitábamos tras unos kilómetros de ruta.
También pedidos la cebollas rellenas de bonito y unos postres, tarta de queso y tarta de manzana. Estupendo también.
Mereció la pena ir caminando hacia allá. Sin embargo, en coche se llega bastante bien desde la carretera nacional en Villamayor. Muy cerca de Infiesto y de Arriondas.
Ya estamos pensando volver y probar el rabo de toro que nos lo han recomendado muy fantásticamente.
Restaurante con encanto y vistas espectaculares. Cocina casera, exquisita y trato inmejorable, todo ello te hace sentir como en casa. Recomendaría las cebollas rellenas, el repollo y la carne asada que es lo que yo he probado pero volveré para probar los demás platos!! Y para los amantes de la repostería la tarta de avellana y la de manzana no debería faltar!!
Espectacular cocina, como pocas guisanderas, un viaje en el tiempo que te lleva a recordar sabores de aquellos platos que preparaban nuestras abuelas. Hay que reservar, pero agradezco que nos atendieran.
El entorno es maravilloso, se come muy bien, casero y con cariño.
Estupendo restaurante con una vistas magnificas. Pedimos por encargo pote asturiano y arroz con pitu!!! una vez allí (dispone de parking para los vehículos) pedimos además una surtido de croquetas, rabo de toro y unas cebollas rellenas de bonito.
Todo exquisito, pero personalmente lo que más me gustó fue el rabo de toro y el pote asturiano. Personal atento, amable y simpatico.
Si vuelvo por esa zona concreta volveré sin dudarlo.
El nombre lo dice.. Las vistas desde el restaurante a la parte sur del Sueve y el entorno son perfectas. Cerca de Villamayor a un paso de la N-634 sitio tranquilo, aparcamiento amplio. Amables y buena cocina. Por cierto la tarta de manzana está muy buena.
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