Que lugar!!!!, si te gusta el vino es la mejor taberna de toda la provincia o mas allá.
Tienen una carta muy extensa de vinos locales, nacionales y del mundo, con posibilidad de chatear el que quieras.
Fuimos a comer dos y desde el inicio hasta los postres, hicimos una degustación de 9 vinos diferentes, maridando con cada plato que nos pedimos, muchos de ellos recomendados por Miguel Angel, una persona amable y cercana al cliente.
Tiene una carta extensa de comidas, apta para todo tipo de edades y gustos, dirigida por su chef PAU.
Volvere sin duda, al menos una vez por mes, para seguir disfrutando de sus vinos.
Lugar recóndito y entrañable… interior súper acogedor y exterior muy natural y fresco. La ensaladilla rusa de 10; el revuelto de setas, un auténtico descubrimiento.; Las alcachofas con tomate seco muy buenas también; el bacalao cocinado a la perfección y las chuletas de cordero son un “must”.
Para hablar de la carta de vino, podría escribir un libro… Pero en pocas palabras es increíble. no solo en variedad, sino en añadas bastante complicadas de encontrar.
Postres caseros deliciosos.
Servicio impecable y muy atentos. CALIDAD/PRECIO 10/10.
Muy muy Recomendable.
Volveremos!
Población apartada , taberna con mucho encanto y propietario que le pone mucho cariño a lo que hacen ; producto de calidad y una carta de vinos que quita el hipo , difícil de encontrar . Otra temperatura para las noches de verano , otro ritmo . Especialista en carnes a la brasa , quesos y Paleta de Bellota excepcional ;Merece la pena una parada en Taberna Prado Negro .
Taberna con encanto en un entorno natural ideal para hacer rutas. Platos bien elaborados y una carta de vinos impresionante. Muy buena atención. Hay que reservar los fines de semana.
Comida casera y buenísima en un entorno inmejorable.
Recomiendo el choto y la tabla de quesos.
Prado Negro, S/N, 18183 Huétor Santillán, Granada.
Tienes una zona de aparcamiento amplia, siguiendo un poco más la carretera, antes de girar a la derecha que es donde está la taberna restaurante. A unos 100 m sigues y en un descampado puedes dejar el coche .
Es un sitio agradable el trato es muy bueno y la comida también .
El servicio es rápido .
Tienes que reservar, porque probablemente si no lo haces no encuentres sitio .
No muy lejos de allí, hay una cascada muy bonita, que no debes de dejar de ver. Para mejor información, pregúntales a los mismos del restaurante .
Me fui contenta, aunque creo que es un poco caro .
Jesús López Ballesteros
+5
Sobre el sitio, difícil de encontrar algo parecido, terraza con un ambiente espectacular en conexión con y un fresquito en verano buenísimo.
La atención de los trabajadores de 10, que transmitan confianza es esencial para sentirse como en casa.
Sobre la comida se nota que es de categoría complicada de ver, postres especiales y la carne perfectamente cocinada.
Muy recomendable, además probamos croquetas caseras muy top y panes caseros con aceites ecológicos.
Comida andaluza top y ambiente espectacular.
Trato amable, cercano y sin pretensiones. Sin duda, lo mejor del lugar. Imprescindible reservar si quieres comer dentro ya que es un lugar bastante "famoso" y se llena fácil ya que es algo pequeño (en torno a 25 personas en total en la parte de arriba, el restaurante principal).
Ingredientes de calidad, trato de cuidado a toda la materia prima y unos precios muy adecuados (e incluso baratos) para lo que ofrecen.
La tarta de queso es bastante curiosa con un sabor potente y textura muy esponjosa. A recomendar la lata de cordero.
Sitio muy agradable y con mucha tranquilidad y naturaleza alrededor.
Tiene un parking sin continuas el camino.
Todo lo que pedimos estaba muy bueno, cuando llegas te ponen variedad de pan con aceite y sal. Muy recomendable la tabla de quesos.
El Único inconveniente es que el servicio fue muy lento, en la que pedimos varias veces las cosas y tardaron mucho en traernos la carne, entramos a las 3 a comer y nos fuimos a las 6 de la tarde
Tanto el lugar como la comida y el trato nos parecieron espectaculares.
De hecho, Llegamos cuando todavía no habían abierto porque me hice un esguince en el tobillo y me trataron estupendamente. Sobre todo Miguel Ángel, ofreciéndose a llevarnos al hotel donde nos quedábamos.
Justo ese día teníamos reserva y fuimos a comer. Probamos el plato de los montes, solomillo y alcachofas con foie. He de decir que las alcachofas que tenían mucha fama no me parecieron gran cosa pero todo lo demás estaba muy rico . Estábamos tan a gusto que más tarde nos pedimos unos cubatas con una tonica especial que tienen y nunca habíamos probado, llamada Le Tribute.
Sin duda volveremos ya que nos hemos llevado una imagen preciosa del pueblo y su gente.
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