Fuimos porque lo habíamos oído en los medios y no defraudó. Tomamos el menú corto y desde el primer momento estuvimos muy bien atendidos. Nos enseñaron la carta de vinos, la cual es muy abundante y empezamos con platos. A destacar el bacalao al pil, el arroz blanco con pimientos asados sobre salsa, la carne a la parrilla y los dos postres
Solo un pero, la carta de vinos no la conocen la mayoria de los mortales que puedan morar por la zona.
Da la sensacion que tales caldos esconden un suplemento importante al precio del menu. Su precio , esta a un minimo de 30/35 euros, y no tiene ningun rioja ni ribera ni albariño vinos contrastados que pueden marinar con sus platos.
La proxima vez, que la habrá, les pediré poder llevar yo, el vino.
francisco javier osa bermejo
+5
Sobresaliente este restaurante, platos muy muy buenos, bien elaborados y sobretodo muy sabrosos, excelente sitio. También es de admirar la iniciativa de esta gente joven por volver a los pueblos y darles la vida q tanto les falta. Recomendable también el bar de al lado (pacheco), excelentes y sorprendentes cócteles, ambos locales recomendables al 100 por 100.
Sorprende que en un pueblo tan pequeño y tan remoto exista un restaurante con este nivelón de cocina y producto. A la altura de más de un estrellado. Elegimos el menú largo, que por 80 euros está espectacular. Basado en los alimentos de temporada, con especial atención a vegetales y productos del mar. La carta de vino, llena de referencias muy apetecibles a precios más que correctos. El trato está a la altura. Además dormimos en la casa rural, que está al lado del restaurante. Muy agradable y cómoda en un entorno muy bonito como es la serranía de Cuenca.
Maria Beatriz Garcia Garcia
+5
Un degustación de siete
elaboraciones con productos de primera calidad.
Desde el primero al último no decepciona. No les pongo ningún pero. Reservar con tiempo.
Tenemos el firme convencimiento de que el destello de genialidad se forja en el trabajo y la humildad. El genio ha de ser buena persona. No sabemos si la casualidad nos hace encontrarlo, casi siempre, en la huida del cemento, rodeado de viña, pino y olivo; al cierre de un horizonte amplio, de azul libre y blanco algodón. Hemos tardado un año justo en volver a Fuentelgato, a casa de Olga y Alex, a celebrar. De nuevo a la verbena y al centelleo.
Un año. O es que quizás nunca nos fuimos del todo.
Es un restaurante muy a desmano de todo. Situado en un pequeño pueblo de Cuenca, Huerta del Marquesado. El local es una antigua casa de pueblo reformada con mucho gusto y respeto al pasado. La cocina que practica su chef es muy buena. Tienen únicamente un menú de degustación que van cambiando en función de los que tienen o encuentra. Pero todo con un toque muy especial. Y la chica de sala y sumiller muy atenta y recomienda muy bien sobre los vinos. Tiene una carta de vinos muy llamativa y diferente que llama la atención. Quizás un poco subidos de precios, podría tener alguno un poco más económico porque salen caros la mayoría.nos recomendó uno francés de la zona de Beaujolais, que estaba muy bien a pesar de ser casi un clarete. Enhorabuena a los dos. Y espero que consigan mantenerse.
Nunca te imaginarías encontrar un restaurante tan bien pensado como acogedor en la zona. Vale muchooooo la pena acercarse. Debes reservar el menú degustación previamente. Qué no te asuste arriesgarte al menú porque es fantástico. Muyyyyy recomendable y una carta de vinos franceses muy distinta y original. Para repetir. Enhorabuena chicos.
Muy buena experiencia, para repetir. Nos encantó el concepto. Producto de temporada y cercanía. Por eso no sabes nunca de que se compondrá tu menú. Tiene su encanto también el factor sorpresa. La comida deliciosa, el trato muy bueno y todo muy cuidado.
Nos hablaron de el, por edad, un menu , sorpresa te crea dudas, pero bien al contrario.
Sorpresa.
Calidad immejorable, atencion igual. Creo q es imprescindible si tienes pensado visitar la Serrania, eso si, hay q reservar.
Cuidadísimo servicio en sala y cocina original y súper elaborada. Materia prima excepcional. Carta de vinos y licores sorprendente. Si estás por la zona y te gusta la buena cocina, no te lo puedes perder.
Nos quedamos encantados con el sitio,como cuidan los detalles,el trato no puede ser más exquisito la chica que nos atendió super educada y muy profesional.
La comida nos encantó estaba todo buenísimo con productos que no había probado nunca y me sorprendieron para muy bien.
Nos pusieron un pescado que se deshacia en la boca con un sabor q aún lo recuerdo...y un arroz perfecto de punto y de sabor...Necesitamos volver !!! muchísimas gracias por todo!!! Nuestra experiencia ha sido de 10.
Es un pequeño restaurante en la serranía de Cuenca, que ocupa la zona gastronómica y en la parte exterior es una bar/cafetería casual en el pueblo. El menú corto es equilibrado y el arroz en particular estaba buenísimo. La carta de vinos es bastante completa, incluyendo internacionales. Muy buen trato.
Excelente cocina y sabores. Un mérito incuestionable. Volveremos
Tanto el servicio como la comida excelentes. Una propuesta muy interesante. Sabores muy sencillos y limpios que ponen en valor la calidad del producto y el cariño con el que está tratado. Que el menú sea “sorpresa” para mí es un gran punto a favor, le da un punto de emoción a la comida. Además nos alojamos en el apartamento que tienen justo sobre el restaurante, lo que hizo que fuese una visita redonda.
Cualquier crítica reduce o al menos es incapaz de abrazar la maravilla que es la experiencia de comer o cenar allí: llegar hasta ese pueblecito, dar un paseo en ese entorno, y con un poco de sensibilidad, apreciar la valentía y decisión de emprender un restaurante con este tipo de cocina en plena Serranía de Cuenca. Sitios como este sólo merecen que les vaya bien, y creo que es una fortuna tremenda poder disfrutarlos en sus inicios. Y por supuesto, la comida es espectacular. Deseando volver.
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