Uno de los mejores restaurantes del pueblo, sin duda. Soy de allí, aunque vivo muy lejos, y he ido muchas veces. Siempre ha sido una experiencia culinaria excelente. Los platos están bien pensados y elaborados, con materias primas de calidad y, en muchos casos, locales. El trato de los camareros es
He visitado ya con anterioridad este restaurante de Hervás y cada vez consigue un mayor grado de excelencia. Todos sus platos tienen un nivel de cocina magnífico y todos mantienen una relación precio/calidad estupenda. El ravioli de manitas de cerdo es una joya culinaria, pero su oferta no defrauda
Gran descubrimiento digno de estrella Michelín. Nos decantamos por el menú degustación que fue un grandísimo acierto. Una explosión de sabores bien diferenciados en cada plato que en su conjunto lo hacen exquisito al paladar. Buenísima atención y servicio por parte de todo el staff. Recomendable 100
Un lugar donde disfrutar de la comida. El trato extraordinario. Hemos estado comodísimos y estamos deseando volver.
Es curioso que en este pueblo extremeño haya una oferta de restauración tan rica
No sólo por este restaurante que está muy bien, sino por toda la oferta de restauración del pueblo, que además, merece la pena ser visitado por su barrio judío, sus iglesias y sus paisajes. Pero volviendo al Nardi. Disf
Nos ha encantado. Cualquier plato del menú está exquisito y los postres son una maravilla.
Excelente servicio, excelente calidad, absolutamente recomendable. Aperitivos puré de calabaza y morcilla, ibérico sobre pan brioche ensalada de cítricos, espárrago blanco sobre salsa holandesa, ravioli de manitas de cerdo, corbina en espuma de limón y tallarines de calabacín, canelones de carriller
Todo correcto y al nivel esperado. Buenos platos, buen servicio, ambiente, precio. Es una muy buena opción para degustar un fantástico menú sin excesos de creatividad. Productos típicos bien combinados y platos tradicionales con ese toque de vanguardia que lo hacen diferente y muy apetecible.
Nos atendieron a pesar de no tener reserva. Muy amables y buen servicio, sin tener que esperar mucho a pesar de que estaba lleno. La comida bastante buena. Los postres muy buenos y originales. Algunos eran trampantojos. El único pero es que resulta un pelin caro.
Hemos comido un menú degustación impresionante. Muy buena calidad con una cocina original en un ambiente tranquilo y agradable. Sin duda repetiremos .
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