Está ubicado en Güemes, un pequeño pueblo donde no hay mucho donde elegir, sobretodo si vienes de otro pueblo (o barrio, como son aquí) con lo que es la alternativa perfecta para comer o cenar sin tener que desplazarte mucho ya que las carreteras son bastante animadas.
La carta es justa, pero con variedad en las carnes...
Cuando fuimos no había nada de pescado de la carta. Así que nos ofrecieron lubina (bastante buena)
Las raciones son correctas respecto al precio.
Y el servicio muy amable y eficiente.
Lo más importante para nosotros es que pudimos comer con nuestra mascota en la terraza cubierta.
Cesar Martin De Bernardo
+5
Gran descubrimiento de estas vacaciones, fuimos un día a comer y otro a cenar, y quedamos encantados con la calidad de los platos, y los precios tan razonables. Tienen muchos platos fuera de carta que merecen la pena, como el codillo. Camarera de 10.
Una cena deliciosa, con platos diferentes y muy bien preparados, tomamos croquetas de carabineros, ensalada de tomate y queso fresco y jibia con salsa de marisco un pelín picante, de postre tarta de piña y un café, todo preparado con esmero y la atención perfecta, con recomendaciones pero sin pasarse. Súper recomendable.
Gracias Roberto por tu atención.
Fuimos buscando habitación para mis tres niños y pareja. Aunque la habitación no era lo que buscábamos le agradecemos su hospitalidad.
La comida muy rica.
Gracias
Tiene platos variados, en general todo estuvo bien, pero me sorprendió un poco que las alubias las trajeran en un plato, y no en una cazuela para que tú mismo puedas servirte, además eche un poco en falta que tuviesen algo más de embutido y que las trajesen algo más calientes. El sitio es muy agradable y la atención del personal muy buena.
El menú del día por 13€ únicamente tiene 2 primeros y 2 segundos, pero ambos son buenas alternativas, nada extraño. Tiene buena relación calidad-cantidad-precio. El camarero Jhey muy amable y servicial.
Buen sitio para comer bien llevado por los hermanos... Buenos platos, bien preparados y bien presentados .... No es barato pero merece la pena visitarlo.... La posada muy bonita y bien cuidada.... Algo incómoda la escalera de una de las casas... La piscina es una delicia cuando vienes machacado del Camino de Santiago...
Hemos vuelto después de una ausencia de varios años, y la sensación del reencuentro no ha podido ser mejor. Una ensalada de tomate con queso de cabra fuera de lo normal en cantidad y calidad. Y una ventresca de bonito a la plancha (fuera de carta) en su justo punto y delicada carne. El servicio impecable y diligente. En mis próximas vacaciones volveremos sin dudarlo.. Altamente recomendable.
Relación Calidad Precio un diez!!!
Y Atención excelente!
Sin mas...espectacular después de una caminata de siete horas un chuleton que quitaba el sentido...un buen lugar para comer y reposar, gracias a sus anfitriones y trabajadores.salut!!!
Desi Gregoriano Bautista
+5
Los camareros son muy amables. La comida un 10.
Tanto como las anchoas de santoña, hasta el pulpo a la gallega- Súper tierno i bueno-
Por no hablar de las croquetas, buenas no, lo siguiente.
Muchas gracias por el servicio.
Pues muy bien la verdad, cenamos pulpo a la brasa con croquetas de cabrales y tenían muy buen sabor.
Por la mañana desayunando, el dueño con una amabilidad exquisita nos explicó que todo era de la zona y artesanal y que siempre buscaba lo mejor, y se nota.
Además, tienen un zumo de manzana que está de muerte.
Muy bien.
Un lugar muy limpio,con muy buena atención muy buen trato, la relación calidad precio está muy bien, además te pueden ofrecer habitaciones pensabas en los peregrinos del camino de Santiago que no quieran ir a un albergue, no son habitaciones lujosas son muy sencillas pero limpias y con todos los servicios.
miguel angel aragoneses
+5
Un sitio tranquilo en un día de lluvia. Carta sencilla y casera. La especialidad de cabrito merece la pena. Los postres caseros muy buenos. Servicio tranquilo y muy amable.
Aida Rodríguez Fernández
+5
muy buen servicio, a pesar de estar un chico solo para todo el local, muy amable y atento, la comida estaba muy rica y el flan de orujo brutal
Veníamos cansados haciendo el camino de santiago y en este lugar nos atendieron como si estuviéramos en el cielo. Un camarero con mucha cordialidad y calidad humana, un menú de cocido Montañés y lubina con ensalada, melón y un vino cosechero, por un precio de 12€. Solo me resta dar las gracias por la amabilidad y calidad de la comida que además estaba muy bien presentada y cocinada.
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