A toda la familia nos encanta desde siempre.
Tanto el trato como sus platos son excelentes.
Buen sitio para merendar. Muy buena calidad en el género y mucha variedad. El servicio es muy amable y enseguida uno se siente como en casa. En general, ninguna pega. Quizá un precio algo elevado pero merece la pena por la calidad de su cocina. Lo único que no me ha gustado han sido dos detalles de la decoración. Un cuadro con motivo taurino, y las lámparas sobre las mesas en una posición demasiado baja. Aunque esto último da un aire encantador e íntimo, se me antoja poco práctico.
Mi marido ha ido a este sitio desde niño y me lo enseñó hace un tiempo. Hemos ido varias veces a merendar y tienen unos crepes riquísimos. Además he probado el batido de plátano y muy rico. Mientras esperas a que te traigan la comida te ponen un pequeño bol de chuches como detalle. Los crepes son bastante grandes y con un buen relleno. Tienen tortitas muy esponjosas y ricas. Te ponen una y viene bien cuando no tienes tanto apetito como para un crepé. Los tés también están muy buenos. El servicio muy atento y amable. Buenas medidas contra el Covid. En las mesas de la entrada al tener bancos han puesto mamparas para mayor seguridad entre mesas. La única pega es que no es muy económico para merendar aunque también es verdad que escogí el crepé más caro de la carta, creo que se llamaba Argentina pero está delicioso. Es con dulce de leche, plátano y nata montada.
Los crêpes están espectaculares, y no olvidéis acompañarlos de una ensalada de pasta, porque nunca falla. Si pides para traerelo a casa, te regalan unos zumos de fruta deliciosos. Y el trato al cliente es inmejorable.
Los crepes están muy buenos y el servicio muy amable. Es un lugar elegante y formal con música romántica. Servicio rápido y precios razonables.
Sitio diferente a los demás. Ambientado en los años 80, aunque los precios no son de aquella época... Es todo bastante caro, pero aún así repetiría.
En nuestro caso probamos una crep salada (cresaña) y una dulce (argentina).
La cresaña, como su nombre indica era una crep imitando a una especie de lasaña y he de decir que estaba bueniiiisima. Tanto la bechamel de dentro como el tomate de fuera, espectaculares.
La Argentina también estaba muy rica con el dulce de leche, el plátano,...
En fin, que repetiremos en nuestra próxima visita a Granada.
David García Trigueros
+4
Un lugar curioso para cenar. Una atmósfera retro, de esos sitios de siempre, con un encanto especial. Crêpes salados y dulces componen toda la carta, con un servicio bastante familiar y un precio algo elevado (18€/pax aprox)
Crepes impresionantes, pedí una de chocolate blanco y la mejor que he probado nunca. Luego el local es bastante bonito y acogedor por dentro y el trato de la camarera que nos atendió fue muy amable en todo momento. Recomendado 100%
Creperie de toda vida y nunca mejor dicho, porque desde que la conozco ya hará 30 años no ha cambiado ni un ápice "solera lo llamaría yo". El servicios muy atento, cercano y amable. Los Crepes muy buenos y súper bien elaborados. A mi especialmente me gusta el Creps salado Alba...riquísimo.
Uno de los mejores sitios de Granada, la comida buenisima y muy variada!!!recomiendo sus zumos naturales son....de 10!!
Lleva en Granada toda la vida, y ojalá perdure por muchos años más!! Muy muy recomendable y para familias aún más a los peques les encantará!!!
Francisco MOLINA BARROS
+5
Creperia con mucho encanto, es como estar en el salón de casa. La atención es exquisita, y los crepes tanto dulces como salados están realmente buenos. La carta es bastante variada y posee zumos muy buenos etc. Lugar para repetir siempre y muy emblemático en la ciudad dada su antigüedad.
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