Buen sitio donde parar a tomar un buen Vermut con patatas y olivas. Muy atentos y simpaticos.
Bonito y pequeño bar con preciosas vistas al río, entramos solamente para tomar unos vermuts, pero los bocadillos que se estaban comiendo otros clientes tenían muy buena pinta.
A tener en cuenta: no hay aire acondicionado y por la tarde hizo mucho calor en la sala con vistas.
Buen sitio para tomar unos vermuts con xips y aceitunas. Pedimos tambien alguna tapa. Cerca de la basilica y de la catedral con terraza exterior. Nos sirvieron rápido y la atención fué buena.
Bar super acogedor, el local y el dueño, el comedor con vistas la río, tapas cojonudas , la de chorizo picantito la leche!! La hamburguesa especial riquísima, y encima la música buenísima !! Super recomendable, en todo el centro,,,,repito seguro.
Local pequeño pero confortable con vistas impresionantes y terraza en el centro histórico de Gerona. El trato es agradable. No adaptado para minusválidos por las dimensiones.
Una media de 3€ más caro de lo que suelo pagar por un café con leche, un mini de queso y una botellita de agua.
Mil veces recomendado, buena música, buena atención y buenos precios
Vamos siempre que pasamos por Girona. Aunque el sitio es pequeño, fuera tiene una buena terraza y el trato es bueno.
Los bocadillos están buenísimos y cómo recomendación personal, las patatas bravas son obligatorias.
Un local muy agradable, familiar, con un servicio atento y amable. La comida, tan excelente como su música. Para amantes de lo diferente, de quines quieren estar tranquilos en el centro de Girona.
Cuando pienso en mis vacaciones en España, pienso en el momento en que comí aquí. ¡Qué paz y qué deliciosas tapas! ¡Cuando regrese a girona, definitivamente regresaré aquí!
La mejor experiencia de mi vida!trato de 10, música de 10,comida de 10!! para mí,el mejor bar de Girona!! Como si estuvieras en casa! Así es como te hacen sentir!
Un bar mítico en pleno de corazón de Girona.Buena gente pero lo mejor la calidad de las personas que están allí. Gracias por seguir haciendo posible unas buenas birras en barra.
Muy cerca de la catedral de Girona encontramos este pequeño bar de barrio que nos ofrece una buena variedad de bocadillos y tapas. No obstante, esta austeridad gastronómica se ve compensada con creces por el encantador trato familiar que rememora "aquellos locales" de toda la vida. Importante destac
servicio de primera categoría y muy amable.
Bar donde puedes pedir lo que quieras, incluso que te toque la lotería, porque es una lotería que pocos tienen la suerte de alcanzar. Amigos, buena gente por los cuatro costados, camareros atentos...que más puedes pedir? Pues una ubicación fantástica en el barrio viejo y una sombra magnífica, para e
Nos ha gustado mucho la habitación muy confortable y la cena también todo muy bueno es todo casero. El spa es pequeñito pero es muy completo tiene varios chorros que funcionan muy bien. Y también en general son muy atentos.
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