Tanto la comida como el postre muy sabroso. La chica que nos aconsejó para pedir muy amable.
El único pero fueron los 30mins de espera de los primeros platos, aunque es comprensible ya q está todo recién hecho y estaba lleno el local.
Y me dio pena que no les quedará la sidra para acompañar la comida.
Por lo demás, todo genial.
Fuimos a cenar y fue todo increíble: pedimos dos galettes, una crêpe y una botella de sidra bretona, y nos encantó!! El trato fue muy cercano, la camarera fue muy amable y nos atendieron muy rápido :) Un saludo de las dos profes de francés, esperamos volver pronto 🥰
Me ha encantado el sitio, es pequeñito, hogareño y con una decoración original. Inma la chica que nos atendió encantadora, siempre con una sonrisa en la boca, aconsejandonos a todos incluso a los niños al ser la primera vez que íbamos sin saber qué pedir, lo dicho un encanto, se nota que disfruta con su trabajo. La comida muy rica, pedimos para poder compartir y conocer un poquito varias galettes, a mi no me gusta el queso y sin ningún problema comi gustosa de todas las que pedimos. Los creppes dulces deliciosos. Para repetir sin duda.
Juan Carlos Losada Diaz
+5
Deliciosas las galettes y el postre de fresas a la pimienta con nata, los dueños son atentos y amables, para repetir!
Hoy hemos ido a conocer este restaurante bretón y ha sido como un viaje nostálgico en el tiempo, recordando aquellos viajes en los que recorrimos Francia y nos enamoramos de muchos lugares, entre ellos, de la preciosa Bretaña francesa y de su cocina; ha sido como volver allí, los platos de este restaurante son de auténtica cocina bretona, nos ha encantado, repetiremos.
La decoración curiosa y simpática para niños y mayores.
Fuimos a cenar por recomendación y además de que estaba todo riquísimo, la atención fue de 10.
Comimos galettes que están hechas de trigo sarraceno (sin gluten) con infinidad de rellenos para elegir. Y de postre mi favorita fue la crêpe de caramelo salado, estaba increíble.
Llegamos a este local buscando donde cenar por sus buenas reseñas y no nos defraudó.
Local muy limpio, acogedor y decorado con mil detalles muy curiosos y bonitos.
Muy buen servicio, atento, agradable, y nos aconsejó muy bien.
La comida muy muy rica y no te quedas con hambre en absoluto!!
Repetiremos en nuestra próxima visita sin duda y recomendaremos.
Gracias y saludos leoneses !!!
Taberna bretona en Gijón que nos ha encantado. El ambiente del local muuy agradable, bonita decoración, regentado por una pareja encantadora. Con un trato y servicio súper. Me encantó la presentación de los platos. Las galettes (de trigo sarraceno) exquisitas destacando la de salmón y puerros con crema, la leonesa con cecina emmental queso de cabra y compota de ciruela, la ratatouille también recomendable y la completa realmente buena. La sidra bretona servida en las tazas típicas de la Bretaña muy rica, aunque tienen cervezas caseras reseñables y recomendables. Y los postres fueron la guinda que colmó la comida. Crepes riquiiisimos. El Juana de Arco una explosion de chocolate con helado y flameado con gran Marnier no se puede dejar de probarlo. El bretón otro que os recomiendo pedir con caramelo salado y mantequilla, una exquisitez. Y el Suzzete con cítricos y flambeado con Gran Marnier. A destacar el café que fue muy bueno. Repetiremos seguro. Buena relación precio y calidad.
Fui interesada por la masa de las gallettes, ya que al ser de trigo sarraceno puedo comerlas siendo celiaca. Y descubrimos un sitio súper especial, cerca de casa y parecía haber viajado en el tiempo y espacio. Nos atendieron genial y estaba todo buenísimo. Muchas gracias. Volveremos!
Ingredientes de gran calidad y un sabor excepcional. Atención personalizada, muy cercana y familiar. Dejarse guiar por la anfitriona es lo mejor que puedes hacer, siempre da en el clavo, y digo bien anfitriona porque te hace sentirte como en casa 😊.
Da igual las veces que vuelvas, Inma siempre lo consigue. 10 de 10.
Cenamos muy bien, la chica muy amable y profesional. Sin duda repetiremos.
Recomendable 100 %
Experiencia suprema por la comida, la atención y la calidez del lugar.
Hemos comido tanto Galletes como Crepes y todo nos ha parecido delicioso. A esto se le suma una atención inmejorable por parte de sus dueños que hacen que sea una cena increíble.
Volveremos pronto 🙌🏻🙌🏻
Paloma Gonzalez Macias
+5
Sitio estupendo con comida muy buena, puedes llevar a tu perro y el ambiente es estupendo
Inma y Jerome no solo dan una galletes espectaculares y 100% auténticas sino que además te hacen sentir como en casa (y como un amigo que visita su hogar)
Ya hemos ido cinco veces y seguiremos con esta buena costumbre. Después de varios viajes a Bretagne siempre quisimos poder seguir disfrutando las galettes, crepes, sidra... y ahora lo tenemos en Gijón.
Carta bastante amplia con un cocinero bretón que trabaja muy bien.
El local no es grande por lo que mejor es reservar. Eso si, los horarios de cocina son estrictos al estilo de Francia por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de ir.
Van cambiando y creando platos fuera de la carta por lo que siempre podrás descubrir algo nuevo.
Un lugar único si quieres disfrutar o descubrir este tipo de comida.
Personal muy agradable y atento.
Fuimos a comer bajo reserva previa. Todo estupendo, hacía tiempo que queríamos ir y no defraudó. La atención muy buena y la comida aún más. Pensamos volver pronto y seguir probando el resto de la carta.
Ha sido una experiencia increíble. Se nota cuando las cosas se tratan con mimo y para que la gente disfrute. Agradecemos a Inma por el buen royo y cariño desde el primer momento. Da gusto ir a sitios así.
Jorge Fernández Lozano
+5
Local menudo cerca de la playa en Gijón. Aquí podrás disfrutar de una auténtica creepe francesa o una gallette. Muy económico y hay gallettes que ya puedes ir con hambre porque son mas que generosas y deliciosas.
Luciana de Magalhaes Nunes
+5
Un trocito de la Bretaña 🇫🇷 en Gijón. Ofrecen las típicas galettes de trigo sarraceno. Buena relación calidad/precio. Además, tienen sidra artesana bretona servida en taza, como Díos manda. El servicio fue muy amable, nos recomendaron el foie y las ostras de Bretaña y fue un gran acierto. Las galettes y los crepes estaban riquísimos. ¡Para no dejar ni miga!
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