Cenamos bocadillos antes del concierto que se celebró el la misma plaza y la verdad es que eran grandes y estaban muy buenos.
El servicio atento aunque con tanto lío como es normal iban un poco a lo loco y tardaron bastante, pero es normal ante una situación tan anómala.
En general muy bien aunque para dar una buena calificación al servicio tendría que ir un día normal.
Los nuevos dueños son encantadores, en especial ella y la camarera de los fines de semana muy simpática. Bar ideal para tapear en la terraza, las bravas están muy bien con la salsa picante 🌶️. Las raciones son generosas.
Ha cambiado de dueños hace unos meses. Le han dado mucha luz y limpieza al local. La atención buenísima y super amable por parte del matrimonio que lo lleva. Y tema aparte son las tapas. Generosas y buenísimas. Las bravas, los morros increíbles, las lagrimas de pollo son para comer sin parar, las hamburguesas...
Es un sitio muy agradable con una atención más agradable aún. Y la terraza, los fines de semana al sol, mención aparte. Lo recomiendo 100%
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