El sábado pasado estuve de senderismo con mi novio y terminamos nuestra ruta al rededor de las 7 PM, por lo que sabemos que es muy difícil encontrar una cocina abierta a esa hora. Fue de suerte que nos adentramos al pueblo y pasamos por delante de este restaurante y nos llamó la atención la decoración exterior y lo que alcanzamos a ver por la ventana, porque daba una sensación muy acogedora. Para nuestra grata sorpresa, sí que estaba abierto y tenían ya cenas a esa hora. La decoración denota un gran amor por el sitio, con todos los detalles elegidos cuidadosamente y bien pensados. Nos atendió en la mesa Josemari, explicándonos toda la carta, con sugerencias y mucha amabilidad. En cada plato que nos llevaba también se abría una charla que dio paso a una estupenda experiencia, la cual nos hizo el fin de semana maravilloso. En la cocina, Fati nos sorprendió con todos y cada uno de los platos que elegimos, llenos de sabor, colores vibrantes y presentaciones creativas. Un sitio que se queda en la lista de favoritos de la zona y a donde volveremos con frecuencia. Dejo solo un par de fotos, porque estuve inmersa en el momento y olvidé fotografiar el resto.
No es muy normal encontrar en plena Sierra de Aracena un restaurante con una carta que se centre en cocina vegetariana y vegana, es una grata sorpresa y una opción muy interesante y satisfactoria.
Una terraza con buenas vistas a la arboleda y el pueblo de Fuenteheridos, donde Jose María y Fati te acogen de buen grado y te llevan a un viaje gastronómico único. Local para toda la familia, incluidas tus mascotas, música estimulante y comida esquisita, hacen que la experiencia sea muy enriquecedora y que te sientas como en casa.
En mi primera visita probé de entrante un baba ganoush. Es la primera vez que pude comer este plato, pero estoy seguro que no será la última. Muy bien especiado y presentado, con la zanahoria como acompañante ideal para disfrutarlo.
A continuación pedí un parmentier. Con una capa de verduras de fondo, seguida por patatas especiadas y cubiertas por queso fundido. Practicamente devoré el plato al instante.
No me pude resistir a un surtido de croquetas veganas, que presentan con patatas fritas y una veganesa de remolacha. A cada cual mejor, mis favoritas creo que fueron las de remolacha y jengibre y las de puerro y coco, pero todas muy buenas y bien hechas.
Ya por último, entre sus estupendos postres, elegí un apple crumble. Perfectamente elaborado, me dejó con ganas de más y fue un estupendo broche a una comida tan maravillosa.
Me quedé con ganas de probar más cosas, sin duda volveré de nuevo a disfrutar del resto de la carta, un restaurante muy recomendable.
Restaurante donde alimentas bastante más que tu paladar...la vista con sus elaborados platos, el oído pq sus dueños son afables y conversan con sus clientes dándoles explicaciones de sus manjares. Ha sido una experiencia muy grata, nos ha encantado, muy recomendable
An error has occurred! Please try again in a few minutes