La comida muy buena y abundante, y la chica muy simpática y amable. En concreto, la tarta de queso, buenísima. La decoración muy bonita y cuidada, hemos tenido suerte de que la terraza estuviera llena y haber disfrutado del salón
De 10! Ese es mi resumen. Reservamos una mesa fuera, el servicio encantador, la comida riquísima. Los platos cuestan entre 10-13€ por general pero son muy grandes. Hay rampas de acceso para silla de ruedas en la entrada y salvando otro escalón que da acceso a otra estancia. Solo queda otra más interior sin adaptar. El WC de señora está adaptado con alza en la taza, asidero, grifo y lavabo sin pie. El pulsador de la cisterna estaba roto. Había jabón de baño, papel higiénico y de manos. Super limpio. Tienen dos locales uno frente a otro, yo valoro el restaurante. En el bar no entré.
Excelente, muy buena calidad, la tabla de quesos con orégano, la morcilla con huevo, la tortilla de espárragos, las carnes, los postres,,, todo perfecto y lo mejor de todo, buen precio,, si señor, enhorabuena..
volveremos..
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