Opiniones Goceco

Comida con una elaboración muy cuidada. Con detalles de salsas, esencias o "tierras" de diferentes productos consiguen resultados sorprendentes. Todos los platos que hemos probado están deliciosos...en esta última visita las patatas revolconas "reinterpretadas por Goceco" resultaron un descubrimiento. Y el foie mi-cuit (mi debilidad). Los platos no son enormes pero tampoco pequeños...pedimos 4 platos para 2 personas quedamos más que bien. Para los más golosos, y a los que no...les recomiendo dejar hueco para los postres. El servicio impecable y el ambiente muy bueno. La carta es muy parecida o la misma a la de otros restaurantes del mismo nombre en Fuenlabrada. Como en otras ocasiones he dicho, de lo mejorcito de Fuenlabrada y alrededores en cocina creativa.

Nos ha gustado mucho, estábamos por la zona y atraído por las reseñas hemos ido a comer. Todo estaba riquísimo, a destacar el ciervo confitado con ventresca y anchoas y los bocados de txangurro. El personal muy atento y profesional Sin duda volveremos.

Degustamos cena para 2, una acertada carta con variedad de entrantes platos fríos y calientes de carne y pescado. Producto de calidad y con preparación y punto excelentes. Ensalada de burrata Tartar de salmón Alcachofas Bacalao En los postres nos decidimos por un mousse con fondo de helado de violeta y una torrija de pan brioche con bolita de helado muy rico también, café con una almendra bañada en chocolate blanco, un buen detalle y un chupito a elegir. Para grupos de 8 menús degustación a precios ajustados. Pagamos 95€ por todo, sin vino, pero si 4 consumiciones. Muy contentos, para repetir. En la parte de peros… Quizás excesivo ruido producido por el resto de comensales que puede llegar ser molesto, de lo que no tiene culpa la propiedad, pero si nos sucedió. Ponen un servicio de pan, que te cobran, lógicamente, pero podría ser un detalle consultarlo ya que en nuestro caso no lo tomamos. Atención excelente y recomendaciones por parte de la casa acertadas, posibilidad de, en algunos platos, media ración, lo que se agradece para poder probar más opciones.

Comida: no tiene sentido lo bien elaborado y bueno que estaba todo. Las cantidades adecuadas y unas elaboraciones trabajadas y diferentes a lo que solemos encontrar. Nos encantó a todos los comensales. Servicio: muy agradables y rápidos, servido escalonadamente de modo que no pases mucho tiempo sin comida en la mesa. Precio: muy barato para lo que ofrecen, todos los comensales esperábamos una cuenta de 30/40€ por persona por lo bien que habíamos comido y cuando tocamos a 25€ cada uno nos quedamos muy sorprendidos. Conclusión: este restaurante es simplemente excelente. Para mí uno de los descubrimientos del año y no visito pocos sitios. Buen precio, comida sabrosa y elaboraciones fuera de lo habitual. El local es pequeño y acogedor, acompañado de un servicio a la altura.

La comida riquísima. Hemos probado la burrata con praliné de pistacho y cecina de León, carpaccio de vaca, rabo de ternera, chocolate blanco con yogur y sorbete de mojito. Hemos compartido todo entre dos. Los postres quedan perfectos si os coméis primero el de chocolate blanco y luego el de mojito. Delicioso. Y los camareros súper amables.