Mi experiencia fue totalmente positiva en el local. Aún habiendo gente, no estaba abarrotado el sitio, por lo que cuento mi experiencia personal (no si se demora mucho o poco puesto que no he podido averiguarlo).
Debido a que no tenemos un gran poder adquisitivo, no nos es posible ir a GastroGalicia muy a menudo (o nunca), ya que los precios son bastante elevados. Sin embargo, esto no es una queja para nada. Hay que saber a dónde se va y el producto que se ofrece. Me parece justificado su precio algo más elevado en post de una calidad sobresaliente. Hoy en día, ya hasta los menús de comida rápida te salen por 10-12€, por lo cual ya es cara incluso la comida rápida en los tiempos en los que estamos, y, en este sitio, la cuenta está por +- 20€ por persona. Se nota que todo es casero y que se cuida muy bien el detalle en su comida. Ya tenía muchas ganas de ir al sitio, ya que lo había visto varias veces paseando por el paseo marítimo. Fuimos mi novia y yo, aprovechando un descuento en la app The Fork (El Tenedor), por lo que la comida salió más económica. Sin duda, para quienes quieran experimentar lo que es buena comida gallega en Fuengirola, o puedan permitirse ir varias veces al local, este sitio es espectacular.
He visto algunos comentarios (filtrando por reseñas negativas, porque si no, es difícil verlos) que dicen que es carísimo para lo que es. Pues bien, lo que dije antes, hay que saber a dónde se va a comer. Si quieres mayor calidad, hay que pagarla, puedes comparar sitios similares que tengan más o menos la misma calidad a ver qué precios tienen, y siempre suelen estar en la misma línea. Obviamente no vas a un sitio así para llenarte de comida, sino por la calidad de la comida.
El ambiente es bastante agradable, sin más, pequeñito y sencillo, pero agradable.
La atención es muy amable y educada del señor que nos atendió, y siempre se interesaba por el feedback que le diésemos a la comida (si estaba a nuestro gusto y si necesitábamos algo). Se le ve que se esfuerza en su trabajo y que cuida a sus clientes.
En cuanto a la rapidez, no he podido notar que tarde mucho. Ha sido bastante rápido y eficaz. El local, es muy pequeñito, pero es muy largo, y la cocina está al fondo del todo, por lo que los viajes que se hacía el hombre eran muy largos y muchas veces iba corriendo para que todo salga a su tiempo. Entiendo que cuando el local está lleno, haya más demora, pero me pongo en su lugar, yo también he sido camarero y esos viajes para traer cualquier cosa siendo tan largo el pasillo y siendo 1 persona, demoran y cansan mucho, así que mis respetos, puesto que aún así, luego al llegar a la mesa, era muy sosegado y calmado, y mostraba mucha simpatía.
Pedimos unas zamburiñas y pulpo a la gallega ¡y estaba muy bueno todo!
ACTUALIZACIÓN: Cumplieron con lo prometido y el día estuvo colmado de hospitalidad. No nos esperábamos tantas cosas y quedamos impresionados con los platos y postres que comimos y que no faltaba de nada, guiño también al vino que cuando se iba acabando, nos lo ponía uno nuevo bien frío nuevamente sin pedirlo, todo un detalle. No me quiero extender mucho porque la reseña ya era extensa, pero si tuviera que definir la mejor parte de este negocio sería (a parte de la comida, de la que ya hablé) la atención al cliente y al detalle, puesto que también había otras mesas y se nota que tratan a todos de la mejor manera, tanto él, como ella son geniales.
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