Habíamos ido a tomar algo a este restaurante y hoy quisimos darle la oportunidad e ir a comer. Salimos muy contentos! Reservamos para comer y cuando llegamos ya teníamos la mesa preparada en la terraza.
Pedimos paté de mar, croquetas, cachopo y bonito. Todo riquísimo, sobre todo el cachopo y las croquetas, recomiendación 100%!!
Raciones abundantes y con un precio acorde. El bonito, a pesar de pedirlo poco hecho estaba bastante seco y con poco sabor… una pena.
De postre, tomamos arroz con leche y tarta de queso. También muy buenos. Me pareció un detalle/acierto el poner la mermelada a parte, por si a alguien no le gusta.
Servicio amable y bastante rápido. No esperamos mucho. Tiene muy buenas vistas y siempre está bastante lleno.
Lo que no nos gustó mucho es que si vas a tomar algo solamente, no ponen nada de picar con la bebida, ni aceitunas, ni patatas…
Magnificas 'gildas'
El restaurante es muy bonito, con una panorámica preciosa sobre la ría, y una terraza también muy bonita.
La carta es corta pero con precios moderados y buenos productos.
Las 'gildas'(1'90 €) están muy ricas.
Fuimos a comer al mediodía y nos pusimos en la terraza que es muy agradable y tiene unas vistas preciosas. Tomamos Pastel de Cabracho, Calamares y una Sartén de Huevos con Gulas y Gambas, la comida abundante (para 2). Todo estaba exquisito. El camarero de origen cubano (no sé su nombre) que nos atendió fue encantador con nosotros. Recomendamos comer/cenar aquí, volveremos si tenemos la oportunidad.
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