Lugar distinguido, distinto en su ambiente y con decoración elegante. Atención divertida por parte de Modesto, con muy buenas recomendaciones.
Espectacular el salpicón de bogavante, el pulpo a la plancha y el lenguado a la plancha. Los postres totalmente caseros, hasta el helado.
El precio, algo ele
Un lugar donde volver,sin dudarlo.
Modesto dice que es un tabernero,yo opino que hay pocos profesionales en hostelería,el es uno de ellos .
Comida con sabor, servida con delicadeza y humor . Gracias,volveremos.
Gran descubrimiento donde sin duda volveré en una próxima visita.
Atención inmejorable de una casona en la periferia de Ferrol donde el producto es el protagonista del desfile gastronómico.
Probablemente de las mejores centollas que he comido y unos pescados inmejorables.
Gracias por una inmejorab
Buen descubrimiento. Un local grande con acceso para personas con movilidad reducida. El personal es amable y atento. La comida es abundante y en líneas generales está rica. Única mención al pulpo que lo salan un poquito de más para mi gusto (parece un mal endémico de la zona). El precio quizás algo
Merece mucho la pena. Pulpo, zamburiñas, gambanes,…. Todo exquisito!! 😋
Qué decir de Modesto que no se sepa ya... Hace muchos años que conozco este restaurante y nunca defrauda. Hemos celebrado las bodas de oro de mis padres este mes y ha salido todo perfecto. La comida estaba buenísima; a destacar el jamón, los percebes, el pulpo y el salpicón y las cigalas espectacula
Restaurante clásico de toda la vida, con un ambiente familiar y de trato cercano. Sobre la comida, bien preparada y producto de calidad (sabes lo que estás comiendo). Una bodega espectacular. Mi recomendación personal serían las croquetas, el pulpo, el salpicón, las navajas, las zamburiñas y especta
Es una restaurante-joya escondida. Desde fuera no lo parece. El local bonito y acogedor sin exceso de pretensiones. Ese día había solo 5 mesas, y tuvimos suerte porque el trato fue excelente. Es un lugar para ir con calma y paciencia con un espíritu para disfrutar los tiempos. La comida de calidad,
El trato es excelente y la comida de sobresaliente. Todos los platos estaban deliciosos pero en concreto las zamburiñas son las más ricas que comimos nunca.
Restaurante de parada obligatoria, volveremos sin ninguna duda.
De entrante unos gambones al ajillo buenísimos, seguimos con un arroz con bogavante espectacular y para terminar unos ricos helados caseros de nuez y fresa.
Magnífica atención!
Muy recomendable, sin duda volveremos.
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