Es un sitio único con mucho encanto.
Bonita decoración que te transporta a la España de antaño y una carta riquísima.
Tienen las terceras mejores patatas bravas y la verdad que damos fe.
Todo un descubrimiento!
A tener en cuenta: es también un hostal así que si no estás hospedado y quieres comer en este sitio es mejor llamar y reservar.
Gracias. Nos han dado de comer de maravilla, y eso que eran las 5 de la tarde. La comida estaba muy buena. Y el trato maravillo. Platos grandes y muy ricos. Volveremos
Hemos tenido una experiencia fantástica! Codillo bravas ,nidos..todos los platos han sido espectaculares, se nota el cariño y calidad que hay tras lo casero. Además los dueños son atentos y majísimos, te hacen sentir como en casa. Un restaurante de los que ya no quedan!Volveremos!
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