Venimos de ruta haciendo el camino De Santiago y nos hemos parado por aquí de casualidad! De las mejores experiencias gastronómicas… realmente vale la pena y mucho, el trato es exquisito y cercano a más no poder! La comida espectacular…
Hemos pedido unas bravas y están riquísimas, unas croquetas de
Todo espectacular. Es el segundo verano que vengo y tengo claro que repetiré siempre. La comida es un 10. La lubina estaba increíble. Víctor y todos sus compañeros nos han atendido muy bien. Lo recomiendo al 100%
Repetiré, sin ninguna duda. El arroz con nécoras, bestial, igual que las croquetas, insuperables. Las rabas no las recomiendo.
El servicio un pelín lento, pero bueno, es cierto q había mucha gente, estaba totalmente lleno, así q es perdonable.
Las vistas, preciosas, y el precio, teniendo en cuenta q
Fantástico sitio para cenar/comer
Fue una grata sorpresa , la cena me gustó tanto lo que pedí , y lo que vi en la mesa de al lado , que tuve que volver a probar la lubina o el chuletón.
El trato de 10 , el cocinero en todo momento muy cercano.
Sinceramente no tenía pensado comer ahi , ya que la r
Llegamos de rebote, no había aparcamiento en Comillas, pero mereció la pena. Un cachopo espectacular y un buen entrecot, ambos con unas patatas crujientes muy buenas.
Muy bueno todo y genial servicio. Sin duda si volvemos a estar por la zona iremos! Las almejas, las croquetas y el cachopo riquísimos
Pequeño restaurante con terraza ubicado en un pueblecito próximo a San Vicente de la Barquera y Cabezón de la Sal.
Pidas lo que pidas está rico, recomendado el arroz con carrilleras sin duda los postres son caseros.
Tiene una terraza amplia y muy agradable donde corre la brisa se podría estar allí
Hemos comido mi mujer, mis 2 niños y yo, hemos llegado sin reserva y nos han atendido en seguida, el trato de los camareros inmejorable, educados, serviciales y muy simpáticos con los niños. Nos han aconsejado muy bien.
Hemos pedido un arroz con bogavante, que nos ha encantado, las rabas también muy
Fuimos a probar el arroz de carrilleras y boletus ya que nos lo recomendaron, pero a pesar de ir con reserva nos dijeron que tendríamos que haber avisado antes, lo cual es entendible. A pesar de ello hemos probado el cachopo de cecina, las croquetas de la casa y las anchoas con pimientos del piquill
Pequeño restaurante con una calidad enorme! No había sitio en la terraza cubierta y estuvimos en el comedor. Muy tranquilos y estupendamente atendidos por los dos camareros. Las croquetas, los pimientos de Padrón, las rabas, los entrecot y postres, exquisitos!! Muchísimas gracias por todo, totalment
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