Un sitio de mucha tradición en el pueblo. En invierno tienen calefacción y se está muy agusto; hay un ambiente familiar tranquilo y agradable.
La comida está muy bien, la ensalada de wakame deliciosa.
Mejor reservar porque se llena.
Francisco Jesús Pecero Sayago
+5
Quién iba a decir que la experiencia iba a ser así. Toda la comida espectacular. Los saquitos de morcilla, pera y piñones para repetir. Los fingers de lubina muy ricos. Los tatakis de atún y salmón muy buenos.
Y el coulant espectacular para ser un lugar más especializado en pescados y mariscos.
Muy buena relación calidad precio.
Servicio rápido y atento.
Para repetir y repetir.
Todo muy rico, el trato buenísimo, rápidos y platos de mucha calidad. Repetiremos seguro
Muy buena cocina. Agradable aunque algo ruidoso por decir algo menos bueno , pero todo de 10, la verdad es que es un sitio imprescindible en el rompido, y aunque pienso que es demasiado ruidoso, se come fenomenal
Por tercera vez en dos años hemos visitado este lugar y no nos hemos podido resistir a la tentación de comer aquí, y cuando digo comer me refiero a comer los 2 días que estuvimos. Para mí es uno de los mejores restaurantes en los que he comido. Nada defrauda y el precio es acorde a la calidad. A todo ello se añade un equipo humano agradable y profesional, bien guiado por el dueño, Óscar, un tipo muy agradable y buen conversador al que agradezco su genial modelo de negocio. Y ya puestos a agradecer, no puedo olvidar a María Luisa, la cocinera, el alma mater del restaurante, una maestra dando su punto a cada plato.
De los platos que pedimos en estos días, daría un 10 a los siguientes: salmorejo (el mejor de mi vida), tosta de carne mechada, tosta de caballa. Al resto le daría un 9,5: lasaña de ibérico y sobrasada, calamar de potera, ensalada de wakame y gambas, pez pámpano (también llamado pez mantequilla, no confundir con el típico del sushi) y tarta de queso.
La relación calidad-precio es insuperable. Con bebidas, cada día comimos por alrededor de 35€ por persona.
Para nosotros se ha convertido en un fijo a pesar de vivir a más de 300 kilómetros. Volveremos sin duda
Que otras reseñas indicaran que La Botánica es uno de los preferidos de El Rompido nos hizo probar. Que esté lleno cuando los demás restaurantes no lo están es indicativo de lo mismo. Así, probamos almejas, carpaccio de atún, gambas al ajillo y un borriquete, y todo magnífico. También el servicio está a la misma altura. Y buen precio, 30 euros por persona. Una referencia de la zona para volver
Trato perfecto por parte del personal, la comida buenísima. Todo sale bastante rápido, sin esperas. Es un lugar peculiar. Recomiendo ir con reserva su no es complicado cojer mesa.
Buen género, acogedor y atención espectacular. Ese sería el resumen.
Lo primero destacar la atención de Oscar, me llamo hasta 3 veces hasta que consiguió hacerme un hueco en una lista de reservas completa.
El sitio es muy acogedor, a elegir entre mesas altas, bajas, interior o en la terraza bajo una parra.
Y por último el género, seleccionado y de calidad. Probamos la ensalada palaciega, con tomate gigante y mozzarella. Las coquinas al ajillo, grandes y de esas que es imposible no hacer barquitos. Y por último una ventresca de atún rojo a la plancha sublime, tal fue que no me dio tiempo a hacerle fotos.
En verano y sobre todo fines de semana se aconseja llamar para reservar.
Tras varias visitas, otras cosas a destacar es la extensa carta con todo muy aconsejable. No olvidarse de las bolsitas crujientes, el carpaccio de presa o el ceviche. La mini hamburguesa de novillo es una delicia. Y esto hace que tenga que volver y explotar un poco más las carnes o el sushi de la carta. Para mi la botánica es referente por el atún y otros pescados… pero me consta que en carne también el producto es de calidad.
En mis visitas, para dos personas y con botella de vino, la cuenta ronda los 70 euros
Un lugar estupendo para comer cosas diferentes... La decoración muy original y divertida, los camareros muy simpáticos, atentos y rápidos... La comida genial, variedad, peculiar y lo importante, muy rico... Precio medio adaptado a calidad precio... Repetiré sin duda
Una forma original de probar la gastronomía local. Nos sorprendió la rapidez del servicio.Todo buenísimo y buena relación calidad/precio. Volveremos
Llegamos sin reserva y dentro fue imposible comer por esa razón, no obstante, en el patio cerrado que tienen no hubo ningún problema. Allí no hace falta reservar. Funcionan con cocina de mercado y materia fresca que colocan en pizarras. A parte hay una carta. Se ve que tienen especialidad en pescados y en retinto. Sin embargo, y a pesar de que las reseñas que te llegan son de que es un restaurante con opciones para vegetarianos, no es verdad. Además lo pregunté y me dijeron claramente que no lo son. Los veganos no pueden comer allí, no hay nada apto, los ovolacteovegetarianos sí, ensaladas que todas llevan queso, pero poco más. El trato muy agradable y atento y la relación calidad precio buena. Al ser vegetarianos, sólo pudimos comer lo que veis en las fotos, pero disfrutamos de una velada muy agradable. Pagamos 24€ por tres platos, agua y dos copas de vino.
Buenísima relación calidad-precio. Carta muy amplia y servicio atento. Tiene varias áreas, una de mesas altas, una de terraza en un patio y un pequeño salón interior. Es necesario reservar. Lo más destacado para mí son los productos fuera de carta ya que son los pescados y cocina más de mercado, en especial el tarantelo de atún rojo cuando tienen existencias, es exquisito. Todo lo que probamos fue excelente. Si queréis comer en verano os recomiendo interior con aire acondicionado, si es para cenar en verano en el patio se está bien.
Estaba todo muy rico, el personal muy simpático, los precios medios altos. Es necesario reservar la gran mayoría de las veces. Totalmente w.
Sitio super bonito, camareros muy simpaticos, hasta los nuevos!! Y la comida de 10 ,con precios aceptables. Muy recomendable si pasas cerca!
Comimos muy bien. Destacaríamos el sashimi de atún rojo de almadraba. Bestial para nuestro hijo de diez años...no pudimos probarlo
Comida casera muy rica. Algo caro pero merece la pena. Desde los entrantes (tomate "rajao" para aliñar y pimentada con caballa fresca cocida), hasta las gambas pasando por los calamares y los boquerones o las croquetas de corvina. Trato muy amable y lugar agradable.
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