Un restaurante magnífico en un enclave inmejorable, con comida de muy elevada calidad, bien elaborada y una atención esmerada y al detalle.
El trato y la atención de los camareros fue excelente, resaltando el de Ismael. Hubo un detalle que marcó la diferencia: recomendarnos no pedir más.
Amabilidad, diligencia y buen asesoramiento por parte de todo el personal.
Todos los platos que pedimos estaban sabrosos, gustosos y en su justa medida a un precio acorde a su calidad.
A resaltar los pescados de roca a la brasa: un absoluto espectáculo gustativo. Hasta la verdura estaba en su perfecto punto.
La tarta de queso y el arroz con leche versionado, de lo mejor que he probado. Están entre mis 5 postres favoritos de todos los que he probado, y son unos cuantos.
El local de corte minimalista cuidado con esmero, y muy pulcro. Los baños cuidados y muy original su disposición.
Parada obligatoria si estás por la zona. Volveremos.
Nos ha encantado. El servicio muy profesional! El camarero que nos atendió muy amable y profesional. El ambiente es muy bueno y se está muy agusto en la terraza. El arroz con langosta de 10! Lo que no nos ha gustado es el tataki de atún. Piezas muy pequeñas y les falta sabor. La ensalada de langostinos riquísima. Volveremos algún día!
Francisco Javier Sánchez Bustos
+5
Platos exquisitos. Mejor arroz que he probado y os aseguro que soy un amante de.los buenos arroces. Arroz con Parpatana de atún. Espectacular.
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