Opiniones La Taberna Del Chef Del Mar

Hay que ir. Exquisito. Y el servicio de 10.

todo es muy rico. hay que volver unas cuantas veces para probar la carta completa.

Todo estaba rico pero a nosotros lamentablemente nos decepcionó un poco porque esperábamos sabores que nos sorprendieran. De todo lo que pedimos el único plato que nos encantó fue la chuleta de atún, espectacular. El resto nos pareció demasiado elevado de precio y que no correspondía con el producto que estaban ofreciendo (10€ por 2 lomos de sardina). Tampoco acompaña la terraza donde comimos con muchísima calor y sin posibilidad de estar dentro, al menos podían acondicionar la terraza con algún ventilador..

Una atención estupenda. La camarera que nos atendió nos ofreció unas tapas y explicó muy bien el plato que íbamos a tomar. Muy profesional y cercana. La taberna está situada en un rincón acogedor. Las croquetas suaves, suaves. El sabor y la textura recorre todo el paladar y te deja un muy buen sabor de boca. Muy recomendable pasar por aquí si estáis por El puerto de Santa María. 😀

Lugar bueno, la comida te sorprende por los sabores; muy bueno el arroz con plancton y las sardinas a la brasa con berenjenas. Los postres muy normalitos y escasos. Nos extraño que no hubiera uno de los platos estrella: el jamón de atún. El suspenso por nuestra parte está en el personal de la terraza: mala atención, las comandas llegaban pero la bebida llegaba cuando habías terminado y uno de los camareros incluso incorrecto.

El 13 de Octubre fuimos a celebrar nuestro aniversario de boda. En cuanto llegamos, nos pidieron nuestra confirmación de reserva y comenzó la experiencia. Los camareros, super atentos, correctos, respetuosos, simpáticos, amigables y profesionales, hicieron de la cena una velada espectacular. Obviamente siguieron los platos (mi fotos no les hacen justicia, no soy fotógrafo), a cual mas espectacular. La tabla de embutidos marinos: La calificaría no solo de trampantojo, ya que si careciera de papilas gustativas, pasarían por embutidos cotidianos por la textura tan bien traída. Además de los sabores tan ligeros e intensos de cada pescado. El puro sabor del mar en un plato: Un plato de puro plancton acompañado de una crema fría, berberechos y gelatina. Un plato tan sabroso e intenso, que podría estar toda una vida comiéndolo sin problema. No tengo palabras para describir esa experiencia gastronómica. Es un universo oceánico contenido en un pequeño plato. Sardinas a la brasa con berenjena: No soy nada fan de ellas, pero he de reconocer, que me he hecho amante de las sardinas de este rincón del Puerto de Santa María. El acompañamiento de las berenjenas son una mezcla peculiar y exquisita. Las sardinas no tienen ni una espina, y tampoco escamas. Finas laminas de dorada y plancton: Un plato refinado, elegante y suave al paladar. Croquetas de choco y piparras: Seis piezas de placer, con las cuales no podrás evitar cerrar los ojos al ingerir cada una de ellas y sentir como se deshacen e impregnan toda tu boca con un ligero y agradable sabor a mar. Canelones de atún rojo gratinados en su jugo: El nombre describe totalmente el plato. Destacar la fina capa de pasta de los canelones y como tan solo es un acompañamiento en el conjunto del plato, ya que toda la atención, una vez mas se la lleva el sabor del pescado. Melón osmotizado con hierbabuena y El mejor flan (Idoia): Una original, simpática y graciosa rodaja de melón con un ligero y curioso sabor a hierbabuena y un flan consistente y cremoso con frutitas del bosque, con el que culminó este crucero gastronómico y gustoso; y que quisiera intentar describir con una sola frase: Experiencia Gastronomorgásmica Por cierto, todo esto fué acompañado de 6 copas de vino blanco seco; acertadísima recomendación del servicio. 100% recomendable (Próximamente iremos a Aponiente, y obviamente repetiremos en la Taberna del Chef del mar)

Local muy agradable, decorado con buen gusto, mesas y sillas altas pero muy cómodas. Parte del personal intenta ser cercano, otra parte ya no lo intenta (o tenía un mal día). La comida es tema aparte: increíble, una montaña rusa de sabores y texturas, sorpresas como el embutido del mar (mucho trabajo detrás), el tartar de pescados de roca (nuestro favorito) o las croquetas de choco (más melosas imposible). Para repetir, sin duda.