Hace años que venimos al Caves Rekondo y nunca decepciona. Es uno de esos pequeños “tesoros” que cuesta encontrar actualmente. Calidad-precio es insuperable y la atención al cliente es siempre excepcional.
Es de esos lugares que siempre sorprende intentando introducir platos nuevos cada semana. Esto sumado a la cercanía y atención familiar, hace que te sientas como “en casa” pero al mismo tiempo te sorprendan con platos exquisitos.
¡Enhorabuena por crear un rincón tan especial!
Muy buen restaurante tanto la comida cómo la atención. Nosotros hemos venido varias veces, pedimos siempre menú, y siempre quedamos contentos y satisfechos. Sólo tengo una foto de los calamares en su tinta, pero la paella y cuándo tienen postres, cómo el coulan de chocolate, muy bueno todo.
Un sitio excelente, con un personal increible agradable, atento, simpático y profesional. Hemos ido con la peque de un año y la han tratado genial, se nota que les gustan los niños, han teniendo en cuenta sus necesidades en todo momento adelantandose a que nosotros pidieramos algo como calentarle la comida, le han traido pan, han vijilado de poner los platos calientes lejos de su alcance... En pocos sitios se trata así a los niños. La comida también super buena. Recomendamos 100%
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