El restaurante está en un lugar privilegiado!! La comida excelente, para los peques es maravilloso ya que tienen un pequeño parque donde ellos pueden explorar sin peligro alguno pero lo mejor de este establecimiento es el trato recibido por estos profesionales de la hostelería!! Nos lo hemos pasado en grande con ese espectáculo de sidra asturiana! Muchas gracias por una comida tan entretenida, volveremos pronto!!!
![5]( "Recensione")
He tenido el placer de visitar este restaurante por recomendación de un amigo, y es una experiencia que merece una calificación de 5 estrellas en todos los sentidos.
La comida en es simplemente espectacular. Cada plato está riquísima, presentada de manera impresionante.
El ambiente en el restaurante es igualmente destacable. La decoración es elegante y acogedora, creando un ambiente perfecto para una cena romántica o una reunión con amigos. La iluminación tenue y la música de fondo bien seleccionada contribuyen a una experiencia relajante y agradable.
El servicio es excepcional. El personal es amable, atento y conocedor de la carta. Siempre están dispuestos a brindar recomendaciones y asegurarse de que cada cliente se sienta especial. La atención a los detalles es evidente en cada interacción. Como punto fuera de lo común, hubo un momento en que comenzaron a sonar gaitas y el dueño salió y escanció varias botellas de sidra, para todos los comensales allí presentes todo esto sin coste alguno. Además de tener detalles con los más peques del salón regalándoles chuches.
En resumen, es un lugar excepcional que ofrece una experiencia gastronómica inigualable. La comida, el ambiente y el servicio son de primera categoría. Si estás buscando un lugar para disfrutar de una comida memorable, no busques más. ¡Recomiendo encarecidamente este restaurante!
Noemí Fernández de Amo
+5
Excepcional!! Está algo retirado, pero merece la pena, el acceso es bueno y hace fresquito (que en verano se agradece bastante); La comida muy rica, el ambiente muy agradable, buen precio y el trato fenomenal!! ❤️
Me encanta todo, empezando por la atención de los camareros, la comida exquisita, el buen ambiente… es un lugar tranquilo, cerca del río para poder darte un baño en verano. Entre los postres, a mi me gusta mucho su tiramisú aunque todos están genial, no te decepcionan.
Sitio espectacular, atención inmejorable , camareros súper atentos y amables, no teníamos reserva y nos atendieron pudimos pedir arroz y estaba buenísimo sin duda repetiremos
Ayer estuve en la cabaña de Dílar antigua casucha de Pedro. Qué ganas tenía de que volvieran a abrir porque la primera vez me encantó pero esta segunda aún más.
Los camareros son súper amables, atentos y educados.
Ponen unas jarras de cerveza frías exquisitas. La comida es fantástica y la relación calidad precio genial. Cuando terminas de comer te obsequian con sidra y bizcocho casero.
La parte interior tiene chimenea y es un salón muy grande y la parte exterior da gusto porque está en una zona fresquita y no se puede estar mejor.
Una cosa muy importante a tener en cuenta es que admiten animales, algo que se echa en falta en muchos sitios.
Yo volveré no una vez más sino muchas. Me encanta las poses tan originales que ponen y que la comida es de calidad y todo está muy limpio.
puedes dar un paseo por el río e incluso bañarte. Lo tiene todo para pasar un día genial solo, en pareja o en familia.
Recomendable 100 x 100
Amplia zona de aparcamiento 🚙
Comida muy buena!! Servicio excelente y la guinda del pastel es al final que sirven sidra cortesia de la casa donde el espectaculo esta asegurado con la sidra! No es la primera vez que venimos ni sera la ultima
Festejamos la comunión de mi niña y todo salió perfecto. No tenemos nada que criticar. Muy rica comida, el lugar super tranquilo como estábamos buscando, todo limpio y ordenado y la excelente atención de Juan y los chicos camareros. Un lugar para volver muchas veces.
Un sitio espectacular al lado del río Dilar, super fresquito en verano y con un olor increíble.
El servicio es inmejorable y la comida también, pedimos 4 platos y un par de postres y estaba todo muy rico. La cerveza era Estrella Galicia servida en una jarra fría.
Repetiremos sin duda.
Volvimos hace poco y pedimos migas y secreto. Todo buenisimo
Sitio chulísimo, apartado y tranquilo con una atmósfera muy confortable. Buenísimo servicio, atentos y amabilísimos.
La estrella es la parrilla.
El postre "plato alpujarreño" hay que probarlo y adivinar sus ingredientes. Muy conseguidos.
Estupendo sitio para comer al lado del río Dílar.
Zona amplia de aparcamiento.
Perfecto para ir con niños, ya que cuenta con zona infantil en el exterior con casita y rueda gigante para escalar, aunque, como sugerencia, se echa de menos un columpio, por ejemplo.
La comida está bien. Hubo una tapa que no nos gustó y sin problema nos la cambiaron por una carne en salsa riquísima. El resto de cosas que pedimos estaban buenas y acordes a su precio.
Pero lo mejor de todo es la hospitalidad de los camareros, el cariño y el tiempo que te dedican. Especial mención para Abraham, un 10 para él. Ojalá más personas así trabajando de cara al público. Por cierto, hace muy buenas sugerencias.
Para nuestra grata sorpresa nos invitaron a todos los que estábamos comiendo a sidra que anunciaron con música y recibimos con aplausos.
Y ya casi cuando salíamos por la puerta nos invitaron a bizcocho casero buenísimo.
¡Volveremos sin duda!
Dèsirèe Palomino Rueda
+5
La ubicación del restaurante es muy buena, a pesar de que se encuentra un poco retirado, pero el lugar te contagia de tranquilidad. Y hay aparcamiento en la misma puerta del local.
La atención por parte del personal es magnífica, son muy amables en todo momento y se nota la profesionalidad.
Respecto a la comida es uno de los mejores lugares de Granada, la calidad es excelente y aconsejo seguir las recomendaciones por parte de los empleados. Los postres son los platos estrellas de este lugar, son muy originales y están tremendos, mi favorito es el que adjunto en la foto, plato alpujarreño.
La sidra es la bebida clave también, además suelen hacer un espectáculo e invitan a los clientes a tomar sidra, el camarero va pasando por las mesas siguiendo el ritmo de la música que ponen y va sirviendo sidra por las mesas y también directamente a los clientes.
Sin duda es una experiencia muy divertida.
Además cuenta con bastante espacio al aire libre y un parque para que los niños puedan también divertirse.
Para acabar, he de decir que el dueño siempre tiene algún detalle con los clientes, a veces tienen un bizcocho casero hecho por ellos mismos y dan a probar al acabar la comida.
Es la segunda vez que vamos en familia y no será la última , buena calidad en sus platos y su personal muy amable, recomiendo las croquetas , garbanzos con bogavante, arroz meloso con pollo todo espectacular.
Al final tienen detalles como un trozo de bizcocho y sidra te la escaldan delante tuya.
El acceso hasta el restaurante es bueno y zona grande para aparcar.
Después de una ruta de senderismo por la zona, hemos comido en la Cabaña de Dilar. Un lugar magnifico en todos los sentidos. Ambiente agradable, el servicio muy atento y rápido, la comida excelente. Algunos detalles muy originales, como escanciar sidra para todos y repartir bizcocho. Sorprende el "plato alpujarreño" de postre y el licor de pionono de Juan, el cocinero, también muy atento y amable. Amenazamos con volver.
Después de una intensa caminata, habíamos reservado en la cabaña y hemos avisado de que llegábamos más tarde. Al llegar, nos han recibido con las mejores de sus sonrisas, nos han invitado a una rica sidra y han tenido muchos detalles con nosotras. Sin duda, volveremos a repetir.
Nos encantó este restaurante. La comida muy buena, pero sobre todo los camareros y los cocineros. 100% recomendable.
El restaurante está ubicado en un lugar de ensueño, con el río y rodeado de árboles.
La atención fue de primera por todos los camareros: atentos y muy amables.
Había platos y cervezas especiales por el Oktoberfest que pedimos por recomendación de la camarera, que fue un acierto total, así como algunos platos de la carta. Las croquetas de Cabrales se notaban que eran caseras, estaban deliciosas, suaves y cremosas. Todo lo que pedimos nos encantó a todos, tanto los platos principales (es especial la paletilla de cordero), como los postres.
Estoy deseando volver!
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