Estuvimos cenando en este restaurante y la comida estaba riquísima y el trato de los trabajadores impecable.
Impresionante como se come,las migas espectaculares ,no me extraña que estéis en libro editado por España directo.
Recomendable al cien por cien.
Está un poco escondido pero merece la pena. Menú del día casero económico (8.5 € con bebida y postre) y muy bueno. Unas lentejitas con chorizo y papada espectaculares, alitas de pollo, alcachofas con jamón y huevos con bacon y patatas pero especialmente ricos, los postres, tarta de chocolate con mermelada de fresa y flan de huevo todo casero y buenísimo. Más que recomendable unido a un trato muy amable y agradable. Repetiremos seguro.
Trato genial, comida memorable (esas migas son un placer) y buen precio. Espacio para aparcar. El local es incluso grande, por lo que los crios si se levantan de la mesa no molestan al vecino. Y con ticket menu para incitar a repetir y asi lo hacemos.
Buena comida, buena calidad, buen trato. De lujo. Recomendable 100%
No solo la comida estaba deliciosa, la atención ha sido impecable, un trato familiar que se echa en falta hoy en día. PARADA OBLIGATORIA para probar sus conocidas migas de 10 o su puding. El jabalí y el cochifrito también exquisitos.
Paramos viniendo de Ciudad Real, algo tarde. (No está en Don Benito, sino en la ctra. Ex-115 a la altura de Navalvillar de Pela)
Nos atendieron como si estuviéramos en casa. Pedimos y nos recomendaron ellos mismos quitar algo, porque las raciones son ENORMES (las fotos son de medias raciones). Esperamos lo suficiente para tener comida acabada de preparar, no precocinada (y eso se agradece). Carne excelente y muy bien hecha en horno de leña. Las patatas eran tiernas. Y algo importante: el aceite de freír excelente (es una manía que tengo).
Ambiente rústico y parking delante. Y muy bien de precio. De esas perlas que te vas encontrando por el mundo. ¡Para recomendarlo!
Muy buena atencion, una COMIDA ESTUPENDA y muy apetecible, porciones adecuadas, con un PRECIO muy atractivo, con mucho sabor y junto a una gran chimenea que le da encanto acogedor al restaurante, mas que recomendable para hacer un alto en el camino y continuar la ruta, muy bien situado, al borde de la carretera con amplio parking, aseos muy limpios, difíciles de encontrar en los tipicos bares de carretera
Trato exquisito la comida muy buena y el menú muy asequible,para repetir
Un sitio estupendo, la familia que lo lleva es muy agradable y atenta. Los platos muy ricos, comimos presa ibérica, berengenas a la miel y huevos rotos. Todo riquisimo.
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