![5]( "Recensione")
Habíamos oído hablar de este sitio alguna vez y hoy hemos decidido probar. Ha sido genial. Nos vamos con ganas de volver.
Lo primero es el tema de la comida: rica, bien presentada y todo muy elaborado. Probamos los falafel, el bacalao y el pollo con curry, pero lo mejor sin duda ha sido el postre: la copa de helado de naranja con gelatina de Pedro Ximénez, galleta y bayas de Gohi. Es la especialidad de la casa y después de probarlo, lo entiendes perfectamente. Riquísimo.
A parte, está el trato de los camareros. Super atentos, explicando cada detalle de los platos e interesándose por todo. Este tipo de cosas marcan la diferencia en los establecimientos de restauración. Te vas con ganas de volver, a parte de por la comida, por el trato recibido. Nos invitaron a una copita de un néctar de Pedro Ximénez con galletas artesanas, a diferentes tipos de pan y a un aperitivo de aceituna negra. Ha sido una comida insuperable.
No entiendo como este restaurante no es más conocido en Córdoba.
Aconsejable 100%.
¡Qué gran descubrimiento! Fui un poco a la aventura (busque en internet y me lo recomendaron), vaya acierto. Para empezar no sabía que era de comida "sefardí" y esa fue la primera gran sorpresa. El local es tranquilo y el servicio es atento. Pero la comida ya es otra cosa, el cordero estaba espectacular pero si tuviera que recomendar algo sin duda sería la tarta "Séneca". De los mejores postres que he tomado (si os gusta el chocolate claro): creo que es una fusión de la típica tarta cordobesa pero con chocolate y helado casero de sésamo. En fin, una delicia.
Súper recomendable.
La comida estaba riquísima, es verdad q no es barato, más bien carete, pero ha merecido la pena, la comida estaba muy buena y además son platos que no había probado nunca, con lo que vale la pena probarlo.
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