El lugar tiene un ambiente único, el servicio estuvo muy atento en todo momento y la comida muy bien, especialmente me gustó por su frescura el tartar de salmón pero todo lo demás que comimos estaba muy rico.
Tiene mucho encanto comer dentro de lo que fue el refectorio, y el lugar es muy elegante. Pedimos los saquitos de morcilla con manzana y nos encantaron. Las croquetas de cordero son grandes y están muy buenas como croquetas, pero el sabor a cordero apenas se aprecia. El cochinillo 🐖en su punto, perfecto, con la carne blanquita y la piel crujiente. La tarta de queso es fluida y muy bien conseguida, al horno, por suerte sin frutos rojos encima. Unos 35€/persona. La comida tiene un precio normal, es en la bebida donde se pasan, el doble de cerveza 🍺son 4€. Por eso se resisten a ponerte un vaso de agua, te insisten en que tienes que pedir una botella incluso cuando ya has pedido una bebida antes. Tuvimos la suerte de que llegó Ibrahim, que nos atendió con muchísima amabilidad y nos trajo el agua finalmente. Un profesional con sentido común.
Precioso sitio donde comer. Pedimos dos menús del día y estaban deliciosos a un precio más que razonable. La calidad es estupenda, la cantidad es suficiente si comes normal, ahora si eres un tragaldabas te puedes quedar algo corto, aunque siempre se puede compensar pidiendo algo de la carta. En nuestro caso quedamos satisfechos. El menú viene con primero, segundo, postre (por cierto muy rico y muy original estaba hecho a base de almendras y tenía un sabor delicioso) incluye también el pan, y la bebida que pedimos agua y una frasca de vivo. Otro detalle importante a destacar, fue la maravillosa atención por parte de los camareros, un chico y una chica. Totalmente recomendable, nosotros cuando podamos repetiremos.
Nuestra experiencia fue muy agradable. Pedimos una ensalada de aguacate y mango, alcachofas con almejas y cochinillo asado. Los tres platos riquísimos. Sitio con un toque especial y camareros muy amables.
Un lugar encantador, desde el primer momento la atención excelente, a parte de servirnos correctamente, también se nos informo detalladamente la historia de la iglesia. En cuanto a los platos, de muy buena calidad, sobre todo los menús especiales de la casa. Buena presentación y no se hace esperar. Solo un pero y para mí bastante grave, y es que para estos menús, el vino se basa simplemente en un Rivera del Duero joven Valdhermoso del año 2016 (4,95€ la botella en cualquier comercio), lo cual hace perder bastante calidad a un menú de ese precio.
Inolvidable experiencia gastronómica. Platos bien elaborados y estupendamente presentados. Se aprecia la calidad. Incluso el pan está riquísimo.El restaurante es precioso. Fue una iglesia en tiempos de Isabel II, después una fábrica de harinas y ahora es un Restaurante. Acogedor, amplio, cómodo y muy elegante; muy original, sin duda. Se hace raro estar comiendo en una iglesia y más concretamente en la que es la iglesia más antigua de Cuellar. Destacar también la música de fondo: relajante.
El servicio bien: agil y profesional. El maitre: muy amable y simpático.
Magnífico espacio de restauración una antigua capilla o iglesia el sitio espectacular pero no menos la comida y la atención todo de diez.volver sin dudar es una ocasión de quedar bien invitar a alguien aquí.raya lo ideal buen lugar y mejor comida.gracias volveremos
Lugar muy bonito donde comer un buen menú del día, platos locales con buen producto, la carta también es muy interesante. A destacar un servicio muy atento y agradable
Georgina España Briales
+5
Ideal para una comida especial. El lugar es original, buen menu típico y se adaptaron al grupo grande que habíamos reservado. Con un detalle original para los niños. Un buen broche para cerrar una visita turística a la ciudad.
Todo fue excelente, una gran velada. El lugar es precioso, la atención muy buena y la comida estaba riquísima. Sin duda acertamos en nuestra parada para comer mientras hacíamos la ruta de los castillos de Segovia. Habrá que repetir!!
Experiencia religiosa. El lugar, el servicio, la atención, la calidad del producto, la presentación y montaje de los platos. Estupenda relación calidad- precio. Recomendable 100% para quien aprecie la degustación de un buen producto, servido por amables profesionales y en un lugar precioso.
Pequeño restaurante dentro de una iglesia. Lugar espectacular. Comida rica pero precios elevados, sobretodo en las bebidas.
Profesora de Literatura
+4
Todo bien, muy buen género y servicio cortés y eficaz. El milhojas es espectacular. No pongo cinco estrellas porque no tenían paletilla de cordero, aunque forma parte de la carta y del menú, y eso resulta frustrante.
Restaurante que está en una antigua iglesia, cuando entramos un grupo de siete jóvenes nos miraron pensando que nos habíamos perdido o algo... la carta es escasa pero los platos que tienen son de buena calidad, la cocinera vino a felicitarnos ya que no dejamos nada en los platos. Con un plato principal, postre y café comes por 34€ por cabeza. Hay aparcamiento en la puerta aunque poco.
Antonio schez montañes dotor
+5
Una pasada !! Muy bien atendidos y se come muy bien. Volveré otra vez. Lo recomiendo !!
El local es inigualable, yo al menos no había comido nunca en un edificio de mas de 1000 años tranquilamente en una mesa y con comodidades del s.XXI. Del siglo XI al XXI en un instante.
El servicio fue impecable, da gusto ser tratado de manera educada.
Y la comida excelente. Comimos un poco de todo para probarlo todo y todo exquisito.
Volveremos seguro.
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