He comido genial, pescado fresco bien cocinado, un buen vino gallego y una tarta de queso muy buena. Solo les falta una buena pizarra en la calle donde se lea que tienen producto fresco y mejorar un poco el servicio a nivel de simpatia... hay que estar mas feliz y creer mas en el producto que tienes
Raciones caras para la cantidad que incluyen; la calidad no está mal, buenas presentaciones de platos, la atención es correcta y está bien ubicado en el pueblo, pero el precio no está bien ajustado. No es mala opción si no importa pagar un poco más y no hay mucho sitio alrededor.
La gente es demasiado impaciente. Y muy tacaña a parte de mal educada. Hemos comido muy bien y con una espera normal, para un mes de Agosto.
Hay lo dejo, se come muy bien y tranquilos.
Impresionante!! Venimos de Alicante y ha sido un acierto comer allí. Tienen el mejor producto fresco y salvaje de toda la zona.
Me he zampado 2kg de bogavante y no tengo palabras.
Encima la atención y el servicio de los camareros ha hecho que la comida sea inolvidable.
100% recomendable !!
Carta corta con especialidad en arroces. Comimos en la terraza. La jefa de sala lo mejor del local: amable, atenta y profesional. Llamativa la forma de presentar el rape (que llaman pixin) con cabeza y todo, me encantó. Me sorprendió que no sirvieran sidra (carta de vinos corta pero aceptable)
En Cudillero hay muchos sitios donde comer, todos llenos (agosto) pero en este lugar, dejas tu nombre y tu número y te llaman para que comas aunque falten 15 minutos para que cierren la cocina (16:30).
La calidad de la comida, buenísima.
El precio algo elevado pero la calidad del producto, lo merece
Buena atención, recomiendo mes de Mayo para visitar ya que no suele estar muy concurrido.. el Pescado Pixia nos encantó... postres caseros tarta de queso y el
arroz con leche una delicia.. volveré
Conocíamos Cudillero desde mucho antes de que se hiciera un destino turístico tan demandado. De hecho tras la masificación no íbamos del todo convencidos pero nos ha encantado. Una antigua lonja de pescado de un pueblo marinero reconvertida en restaurante. El personal.se ha portado de 10 con una ate
Estaba todo hasta los topes, y el único sitio donde al menos se dignaron tomarnos en lista de espera, y al final comimos. No había menú y comimos a la carta y rico todo. Ensalada de gambas, el pixin y una tarta de dos quesos... espectacular. Algo lentillos, pero es subsanable y tampoco es un problem
Todo un descubrimiento. Restaurante con nuevos dueños y gerencia. Patricia y Jordan desde el primer momento fueron encantadores con nosotros.
Bogavante a la plancha espectacular (muchísimas gracias al cocinero que bajó a saludarnos), boquerones, almejas, lubina, los postres...todo en su punto y suuu
Llegamos a comer y el local estaba vacío, el resto lleno hasta la bandera, nada más llegar nos han informado de que no había carne, también nos han contado la carta, el camarero muy majo, a la hora de pedir la bebida he querido una coca cola y solo tenían Zero, lo cual hemos cogido agua para comer,
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