Hemos realizado campamentos de verano durante los dos últimos años en este lugar y solo tengo palabras de agradecimiento y admiración, sinceramente. Emplazado entre montañas, lleno de calma y naturaleza por todas partes, cuenta con una piscina fabulosa, cancha de basket, granja, cocina industrial y gran capacidad de alojamiento en habitaciones con literas y baño propio en cada estancia. Hay muchísimos rincones con encanto por todas partes para disfrutar de la tranquilidad del lugar. El equipo de trabajo nos ha cuidado como familia. Tratar con Paco siempre es un placer; es honesto, cordial y comprensivo con las necesidades de sus clientes. Loli es un verdadero tesoro; atenta y pendiente absolutamente de todos los detalles. Su cocina es deliciosa, casera 100% y preparada con mimo y muchísimo cariño siempre. Además, es la mujer más trabajadora, amable y maravillosa que he conocido nunca. Miguel es un grandísimo trabajador, cuida de las instalaciones mejor que nadie y me ha enseñado tantas cosas útiles y valiosas como si fuera mi propio padre. Super agradecida con todo el equipo que he conocido allí: Ceci, Encarni, Rebeca, Isa y Pedro (monitor) siempre dispuestos a ayudar y colaborar con nosotros con una sonrisa. Aunque haya cosas que se podrían mejorar, como en cualquier instalación, recomiendo este lugar al 100% y los asistentes a nuestro campamento avalan esta recomendación. Muchísimas gracias por todo, de verdad.