Mar De Crebas

Nunca hago reseñas, de hecho es mi primera, pero viene motivada por algunos comentarios "extraños" que he leído. Es un restaurante diferente, con un toque de autor muy marcado. El producto es local y fresco, tratado con mucho amor a la profesión. Lo descubrí hace 4 o 5 años, por una de esas maravillosas casualidades y no puedo dejar de ir 4 o 5 (o 6) veces al año. Miguel le da un toque personal a todo y siempre nos trata de maravilla. Aunque nos queda algo lejos, para nuestros eventos familiares (y disfrute gastronómico) es nuestro restaurante de "comida lenta" favorito. El producto no es fresco, es fresquísimo, y lo tratan con dulzura, y el servicio es un diez, jamás de los jamases nos han tratado mal o con indiferencia, al contrario, nos hacen sentir como que nos han invitado a comer en casa de unos amigos. Los precios, a mi criterio, muy muy contenidos, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de horas que requieren algunas elaboraciones. La carta es muy dinámica, pero nunca decepcionan la merluza, el bacalao, los berberechos, vieiras, esa panceta a baja temperatura, la caldeirada de congrio, la entraña...

De camino al faro de Finisterre nos recomendaron este restaurante que está a unos 15-20 minutos de este. De las mejores recomendaciones que nos han hecho, la comida estaba INCREÍBLE y el servicio una auténtica maravilla. Pedimos unas vieiras y las albóndigas de choco, de lo mejorcito que he probado en tierras gallegas aunque el pastel de queso no se queda atrás ni mucho menos. Todo producto 100% fresco y local, si algun día volvemos a Galicia repetiremos segurísimo!!

Aquí encontraréis algo distinto a las típicas raciones de toda la zona. Miguel cocina demostrando que disfruta haciendo lo que le gusta y eso se nota en la comida: rica, diferente, elaborada, y que no te dejará indiferente. Si buscáis un plato de pulpo, percebes y pimientos de Padrón, seguid adelante, ya que encontraréis mil opciones, pero si buscáis algo distinto (se paga, pero vale la pena) no busquéis más. Además, el trato fue muy bueno y pasamos una agradable sobremesa con Tamara, Miguel y Cacahuete. ¡Volveremos!

Tras dos semanas gastronómicamente intensas por la zona, descubrir este rincón es como descubrir el paraíso. Hay ocasiones en las que las palabras no pueden describir las emociones, y esta es la OCASIÓN con mayúsculas. Si caéis por aquí y queréis probar algo diferente y especial, este es vuestro destino. Gracias Miguel!!!

A ver, cómo os lo explico, Cerrad los ojos, imaginaros el olor a hierva, a mar, brisa pero con calorcito, vale pues eso es el entorno. Abrid los ojos mirad al mar, el verde de los montes, peregrinos pasando, ambiente marino en el interior y por último abrid el olfato y la boca, vieiras, pulpo y acedías gallegas, un placer.

Maravilloso y recomendadísimo. El cocinero nos preparó un plato vegano que no estaba escrito en el menú y a nuestro gusto. Sólo puedo dar las gracias por el buen trato. Les dejo las fotos de la cena; los platos eran hondos aunque no se aprecie en la foto. Comimos dos personas y nos quedamos saciadas.