Nuestra experiencia fue muy buena. Hicimos la reserva a través de si web. Tuvimos un error y es que pensábamos que tenía terraza porque la confundimos con el establecimiento de en frente, era importante la terraza para nosotros porque llevábamos nuestra perrita con nosotros, sin embargo nos permitieron cenar con ella. La comida estupenda, tanto el ceviche de viera como el de atún exquisito. Mi sorpresa personal fue el pani puri, una mezcla de sabores y texturas muy peculiares, aunque bien es cierto que no es apto para cualquier paladar, lo mismo con el donut pork. El trío de atún espectacular, pero sin duda lo mejor de la cena fue el chuletón. El sabor de la carne era especialmente intenso, cocinado al punto. De los postres lo que más nos sorprendió fue la pera. En cuanto al servicio, muy bueno, personal muy amable, cercano y encantador. Sin duda, GRACIAS, da gusto ir a restaurantes como este.
Cogimos reserva en este restaurante ayer dado que estaba entre los establecimientos que aceptan los cupones Cadiz vale+, y decidimos visitarlo.
El personal se notaba algo sobrepasado por la afluencia de clientes, y la espera entre platos se hizo algo alargada, aunque nos atendieron de manera amable. Pedimos el canelón (muy muy bueno), el atún con la cama de coliflor (una mezcla de sabores peculiar) y por último la presa (que también estaba buena). De postre un lingote de chocolate. Una experiencia culinaria interesante. Nuestros platos preferidos, el canelón y el lingote. En total, nos salió a unos 60 euros, que se quedaron a la mitad con los cupos. En calidad/precio quizás algo elevado.
Excelente descubrimiento en Conil, muy buena cocina basada en un producto de alta calidad como es el atún rojo de almadraba de Gadira. Estuvimos atendidos por el propietario que destaca por su simpatía y buen hacer. Tomamos ceviche, panipury, ensaladilla de atún, de postre lingote de chocolate todo buenísimo y con una presentación muy cuidada.
Bueno la comida lo q pedimos el trio de atún muy Bueno,las croquetas no estaban muy logradas eran de coco el ceviche muy bueno
Hay mucho trabajo en cada plato, si sabes comer, debes conocerlo.
Posiblemente uno de los pocos sitios en Conil donde se atreven a innovar en su cocina, dándole un toque diferente y alegre.
Ha sido mi segunda visita y cuando vuelva a Conil, repetiré sin duda.
Producto de calidad y platos elaborados.
Croquetas de parco, con morrillo y facera, una combinación buenísima.
Canelones de carrillada con carbonara, muy sabrosos, perfectos para compartir.
Tacos de Atún con curri verde, este plato el que más me ha gustado. El curri hecho en casa sin usar el típico "avecrem thai". Un plato que acabas chupando el plato.
Restaurante muy agradable. Totalmente recomendable el atún y el chuletón.
Hemos visitado muchas veces Conil y este año ha sido un verdadero descubrimiento, una cocina rica, variedad con toques gaditanos. Recomendamos la ensaladilla de carabinero, croquetas, la lasaña y la carne a la parrilla espectacular, pero l culminación fue los postres para terminar con los ojos con coraZones ( probamos coulan y lingote de chocolate). Además destacar la atención recibida por Javier y Pablo con el arte que solo puede tener esa zona, que nos sirvieron genial. Vino 5 lobitos ( top). Volveremos cuando estemos por estos lares sin dudarlo.
El local muy coqueto con cocina a la vista y elegante decoración.
Tres platos para picar:
-Ensaladilla de Langostino, muy elaborada y adornada, destaca por el Langostino a la plancha que corona el plato.
-Calamar a la Brasa con parmentier de cebolla, muy rico.
-Lomo bajo de Ternera con papas gajo en plato de piedra hirviente, en su punto y tiernísimo.
Bebidas, tinto crianza correcto y cervezas.
Aconsejable
Estaba todo riquísimo, nos ha encantado. Un local muy acogedor, han sido muy amables y la comida tiene un sabor único. Las croquetas de carrillera y Payoyo son un escándalo. De las mejores opciones para cenar en Conil.
Paseando por las calles de Conil de la Frontera, nos topamos con este restaurante que por su estilo y por su carta, se diferenciaba bastante de los típicos bares de la zona donde se pueden degustar infinidad de tapas buenísimas variadas.
Nos dejamos llevar por algo diferente ya que habíamos probado en otros de la zona y nos llamó la atención.
La entrada al local nos pareció muy original, con la cocina a la vista dejando ver el trabajo que realizaban el personal de cocina y el producto que ofrecían.
La carta nos pareció original, variada y con platos que parecían ofrecer originalidad y calidad.
Después de revisar la carta elegimos diferentes platos para compartir como unas vieiras que por su presentación resultaron llamativas; un combinado de sashimi, tataki y tartar, todos de atún rojo que resultó muy gustoso y original la presentación; unas anchoas muy bien combinadas con el acompañamiento que llevaban; unas croquetas de jamón que resultaron muy buenas; y un pollo rebozado para el más joven de los comensales que dejó satisfecho su apetito.
Para acompañar los platos elegimos un vino de la zona, Barbazul, que habíamos probado días antes y que nos resultó muy agradable.
El personal del local se comportó de forma muy agradable, simpáticos y atentos.
Es verdad que el precio fue un poco elevado, en comparación con el resto de locales que hay por los alrededores, pero el trabajo realizado con los productos que utilizan y sirven, bien valen pagar la diferencia.
Sin duda, es un lugar a tener en cuenta si se busca algo diferente a la hora de cenar en Conil.
Es gratificante encontrar ditios que se salgan de lo normal en su carta y no den lo "tipico". Se nota el asesoramiento de Mauro Barreiro (un mago de los fogones). Estuvimos tres personas al mediodía, así que, encontramos mesa sin problemas. La atención, por parte del camarero, fue muy cercana y amable. Pedimos varios platos para compartir y estaba todo buenísimo. Es muy de agradecer que con cada plato que traían nos cambiasen cubiertos y plato a los comensales (chapo). El lingote de chocolate con helado de violetas, brutal.
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