Buscamos el establecimiento en maps para comer.
Se trata de un restaurante que tiene una zona de barra y mesas altas en la entrada. Una zona de mesas bajas junto a este y una sala de restaurante al fondo.
Consultamos al camarero si tenía una mesa para dos. A lo que nos indica que sin reserva nada. Le pregunto si nos podemos quedar en una mesa alta de la entrada, a lo que me contesta con malas maneras “por aquí donde quieras” y se va.
Elegimos una mesa y esperamos a su vuelta para pedir bebida y unas bravas.
Tras esto pedimos los platos para comer. El primer plato viene equivocado, al decírselo al camarero lo coge con un poco de malas formas y se lo lleva a cocina sin pronunciar una palabra. Yo se lo di por si se trataba de un error y la mesa debía ir a otra mesa.
Finalmente la comida llegó y todo fue bien.
Ya con menos gente en la sala el camarero parecía más relajado y algo más simpático
Fui a comer con mi familia y no pudimos elegir mejor sitio! Estaba todo lleno y tuvimos que esperar a encontrar mesa, pero mereció la pena. La comida estaba deliciosa! pedimos un par de platos: ensalada de pulpo con patata y cebolla caramelizada; melón con jamón sepia; solomillo ibérico y un par de tartas!. Sin duda volveríamos a repertir!!
Es la segunda vez que vamos a comer allí y repetimos porque se come muy bien. La única pega es que esta vez nos pusieron en el comedor de abajo y había muchas mesas y mucho ruido. Totalmente recomendable para ir a comer.
Espectacular. Nos lo recomendaron y acertaron totalmente. La relación calidad precio es fantástica. Me gustaría volver a repetir si volviese alguna vez más a ciudad rodrigo
Acogedor. El trato es formidable y muy cercano. No soy la más apropiada para comentar las carnes,pero quién fue conmigo dio un diez. Comió ternera marucha( típica de la zona) y le encantó. A mi me hicieron la ensalada a mi gusto. Los pimientos del padrón estaban fenomenal. A l hora de servir los platos son muy ligeros y hechos al momento. Es un sitio 100% recomendable. Y la atención de diez. Da gusto encontrar sitios con tanta esencia del lugar. Mil gracias
Un clásico de Ciudad Rodrigo sobre el que hay poco que comentar. La carne es excepcional, de sus propias reses, y puedes pedir un entrecot con la tranquilidad de que no te vas a encontrar más que carne; tierna como si fuera un solomillo.
El solomillo, a su vez, se deshace por completo en la boca. Saben hacerlo, que viene a ser pasearlo bien poco por la sartén, y acompañarlo de sal y poco más. No hay que adornar aquello que no lo necesita.
En resumen, si te gusta la carne - pero de verdad - este es el lugar en Ciudad Rodrigo. El ambiente es algo ruidoso - suele estar siempre lleno - pero esto ya va por gustos. A nosotros nos encanta.
Mención especial a los postres, que parece que son menos cuando se ponen al lado de carnes pero, en particular ese flan, estaba también de muerte.
Elegimos este lugar para cenar ya que ofrece género de la zona de Salamanca. Carnes y embutidos. Muy buen jamón y buenas carnes. Todo de buena calidad. Es un sitio acogedor para cenar en pareja o para ir el grupo. Recomiendo ración de jamón y queso. Hay que probar el farinato típico de Salamanca.
El personal muy amable y atento.Mejor reservar y se puede pagar con tarjeta.
Tomamos unas gambas a la plancha muy ricas, unas chuletillas en su punto y el plato estrella de la casa, un solomillo con paté y boletus, que estaba riquísimo. El servicio rápido, simpático y eficiente..... sales muy satisfecho, todo de 10.
Impresionante. Lugar muy agradable, buena comida y buen ambiente. Situado en el centro de CR. La carne de primera, la camarera que nos sirvió un 10 de 10. Repetiremos y lo recomiendo si pasas por allí cerca.
El SOLOMILLO DE MORUCHA es el descubrimiento del año ... QUÉ COSA MÁS TIERNA Y MÁS BUENA
Lo único malo es que lo juntamos con el san jacobo (también de morucha) y una botella de cigales y no hubo sitio para postre (y casi llegamos cantando al hotel)
Está claro que el resto de las vacaciones solo pueden ir a peor (en lo que a comida se refiere)
Los camareros encantadores, muy majos.
Federico Atela “GoblinKnight”
+5
Bueno, pocas experiencias gastronómicas se le acercan. Pedimos para empezar una tabla de embutidos que era manjar del cielo. No me suele gustar mucho el salchichón y de los 4 embutidos que había (jamón, chorizo, lomo y salchichón) me quedo con el último porque estaba exquisito. Ojalá hubiese podido comprarlo pero era demasiado la pieza entera. Seguimos con un solomillo de ternera morucha que casi hizo que llorase de emoción, lo juro, como dice una amiga mía, de reclinatorio. Terminamos con una tarta de queso buenísima. En resumen no es que recomiende ir, es que igual vuelvo yo desde Canarias hasta Ciudad Rodrigo solo para comer ahí. De 15 sobre 10.
Brutalll!!! La calidad es pa flipar, menudo chuletón de 600g de calidad por solo 19'50€ . Y el menú del día 14€ ( que incluye todo agua , café pan y vino . Platos grandes , el servicio simpático a más no poder y un ambiente de pueblo de los de toda la vida 😍👏
Un mesón tradicional y familiar. Comida buenísima. Platos grandes. Buen servicio. La única pega es que es un poco ruidoso.
Maria Holanda Rodriguez
+5
Comida buenisima
Tomamos yn solomillo con Foie y boletus que estaba espectacular.
Relación calidad-precio magnífica
Comida tradicional, raciones abundantes y relación calidad -precio aceptable. Todo lo que probamos estuvo bueno. La calidad de la carne era excelente. Mis hijas tomaron los San jacobeos de cerdo y con una ración para las dos fue suficiente. Quizás lo que menos mereció la pena fueron los postres.
Muy buena comida, muy agradable ambiente, buena atención, muy profesional. Sugeriría que se añadiese a la carta un menú infantil.
Juan Antonio Caballero Rodríguez
+5
Salimos rodando, qué bueno! Los croquetones, caseros, buen sabor. La entraña muy buena, con patatas también caseras, un 10. La ensañada y el pulpo también notables. Lo recomiendo.
Pedimos pulpo y solomillo de morucha con boletus y estaban para chuparse los dedos. Un lugar por repetir siempre que nos acerquemos a ese bello pueblo
La comida exquisita, todo delicioso. Una calidad espectacular.
Si se puede poner un pero, la camarera no ha podido ser más antipática. Nos ha servido con cara de mala leche todo el tiempo. Cada vez que le pedimos algo (vino, pan o la cuenta) nos miraba como si le molestara
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