Atención muy buena, pasteles árabes riquísimo, y el té moruno también muy bueno.
Buenos dulces de calidad y a buen precio. Hay alrededor fácil aparcamiento y el local tiene mesas para tomar café y té. Es un local pequeño frente a una plaza con bancos.
Hay que tener en cuenta el curioso horario ya que tiene horario de cafetería y no de obrador de dulces. No abre hasta las 5 de la tarde y por las mañanas a las 9 de la mañana ya está abierto. Los domingos cierra por la tarde.
Se puede hacer encargos.
Un lugar muy especial por su repostería árabe, gran amabilidad y trato exquisito, muy recomendable.
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