Estaba dudando entre 4 estrellas, 4'5 o 5. Realmente es un restaurante que está muy muy bien. La ambientación del bar nos gustó mucho, con decoración taurina y elegante. El salón es más normal, no tiene nada en especial. El Albero tiene un sol Repsol repetido durante 3 años, creo que es así. Merece la pena ir a probar su cocina. La atención al cliente es buena, nada excepcional ya que cuando nos trajeron los platos no nos lo explicaban, algo de información nos hubiera venido bien para entender algunos platos, ya que como veis en las fotos del menú, muchos no tienen todas las elaboraciones descritas, por no decir la mayoría. La chica que nos atendió nos preguntó a mitad de la cena si queríamos pan, algo que no nos dimos cuenta ya que pedimos la mayoría sushi, le dijimos que sí y el pan vino casi al final de la cena, algo que nos podíamos haber ahorrado sinceramente. Señalar también que tuvimos que corregir la cuenta ya que nos cobraron el futomaki de 8 piezas en vez de 4. Un error lo tiene cualquiera y nos trajeron la cuenta correcta. La comida: todos los platos están elaborados y se nota que hay cocina detrás. Los mejores sin duda fueron el postre de galleta y helado de turrón (la primera vez que voy a un sitio y lo que más me gusta es el postre), la roca de bacalao (espectacular), el niguiri de anguila (fuerte de sabor, para algunos de los comensales un poco salado) y el futomaki de langostino (el mejor plato de sushi de la noche). La hueva cubierta con alga nori era casera y estaba realmente espectacular, creo que es la mejor que he probado en mi vida, nada industrial y algo que repetiría si vuelvo. Por otro lado, nos ofrecieron un pan brioche con una ostra en tempura, algo que suena genial, pues no sabía ni a ostra, ni mar, ni nada, solo tempura y pan. Muy prescindible este plato. El pan Bao de pluma ibérica estaba bien, el pan un poco pegajoso, pero la pluma estaba muy tierna. También pedimos una especie de bola/bomba de sobrasada con queso, este plato está muy suave, lo cual se agradece por el sabor a la sobrasada que suele ser muy fuerte cuando está caliente. Venía con una anchoa encima, este plato estaba bien, nada sorprendente pero correcto. En general, la cocina está muy bien. Es un sitio al que volveremos para probar otros platos, quizás tengamos más suerte con los platos fuera de carta.

Fuimos a comer con amigos que ya habían estado y nos habían hablado muy bien del sitio, la verdad que no nos pudo gustar más, calidad, precio, Servicio ( tanto de camareros, como de cocina) Todo muy bien servido, presentado y lo que es mejor buenísimo todo y sin duda volveremos y llevaremos a más gente que no los conocen para que les guste tanto como a nosotros.