Opiniones El Madreñeru De Cayes

Fuimos al Museo de Ferrrnando Alonso, no dieron las 15’15h y llamamos para ver si había mesa y nos reservaron sin reproches. Aceptan mascotas encantados a la que le trajeron su agüita. El restaurante es modesto pero tanto la camarera como la cocinera nos atendieron de 10, amables simpaticas y muy atentas. La comida casera todo un espectaculo, comimos una fideua Asturiana con una sustancia a marisco buenisima, una ensalada crujiente buenisima, un pastel de atun fesquito y bueno bueno, cachopo con sus patatas cortadas a mano y la palma se la llevó el pollo de corral guisado “Pitu Caleya” se le notaban el cariño y las horas de guiso porque se deshacia. Sus postre caseros increíbles todos los que probamos!

Comida casera y deliciosa, abundante y de muy buena calidad. Menú a 16€ fin de semana, incluido pan, bebida y postre casero tmb. Personal encantador, y te aconsejaban que tomar.

Menú fin de semana, bien de calidad-precio. El chico que nos atendió muy amable y pendiente de nosotras, que estábamos solas. No íbamos con muchas expectativas y nos agradó. Un sitio para volver.

Muy buen sitio para comer. Tanto de semana como los fines. En estos tiempos la comida buena, rica y con cantidades decentes. Se agradece mucho. La camarera una auténtica profesional. Amable y servicio excelente. Sin duda un sitio recomendable al que pienso volver.

Un auténtico tesoro gastronómico en el corazón de Asturias. Se trata de un pequeño restaurante que dispone de terraza cubierta exterior y comedor interior. La comida es 100x100 casera y es una auténtica maravilla, se nota que cocinan con verdadera pasión y que disfrutan con ello porque cualquier cosa que pidas esta buenísima. En mi caso comí de primero fabada, que como es habitual en la zona, te dejan el perol para que te sirvas. Sencillamente espectacular, con ese punto que sólo saben dar allí, diría que es obligatorio pedir este plato. De segundo carne en salsa con patatas, que decir....perfecta, el punto de la carne perfecto, las salsa perfecta y viene acompañada de patatas fritas caseras, cosa que por desgracia cada vez se ve menos... De postre, frisuelos, se me hace la boca agua de pensar en ellos, la masa que hacen es suave y ligera y son una auténtica delicia, perfecto para terminar una estupenda comida. Comentar, muy destacable también, el trato, muy cercano y amables en todo momento, son encantadores, especialmente la camarera que, si no entendí mal, creo que es la dueña. Sin lugar a dudas un restaurante al que no puedes faltar si estas por la zona o incluso aunque estés a unos km de distancia porque realmente merece la pena. Yo volveré seguro :-) Espero que os vaya geniallllll :-)