Opiniones Mesón La Peregrina

De entrada aviso que en mi visita a este restaurante probé por primera vez (y única a fecha de hoy) el cocido maragato. Por eso no tengo manera de comparar con otros. Pero como sí tengo paladar y reconozco la profesionalidad de los cocineros, creo que puedo dar mi opinión. Por hacer la explicación breve, me pareció delicioso, abúndantísimo, servido en un lugar acogedor por empleados amables y simpáticos. Y ahora me extiendo un poco más. Como ya de todos es sabido, el cocido maragato se sirve al revés del tradicional. En La Peregrina el pistoletazo de salida lo pone una ensalada de tomate (muy bueno a pesar de que estuve en febrero) A continuación sirven el primer vuelco (las carnes) compuesto por siete tipos diferentes. La bandeja la presentan colmada pero no como para tener que tirar. Lo que sí te dejan claro es que podrás repetir de las carnes que más te hayan gustado. Esta manera de hacerlo me parece ideal para no desperdiciar comida. El segundo vuelco lo componen la berza y los garbanzos. En este caso considero que pusieron demasiado, yo soy comedor y no pude ni con la mitad. Para acabar, la sopa de fideos es contundente, de las que te hacen entrar en calor los días más fríos del invierno. También incluye el postre, natillas caseras con galleta, y el café. Las bebidas no están incluidas en el menú que ofrecen por 22€ pero tampoco son caras. Unas botellitas de orujo y crema de café, con fines digestivos 😉, pusieron el punto final a una comida opípara que me dejó sin hambre durante el resto del día.

Desde el minuto uno super amables comida de 10 mi primer cocido maragato espectacular muy recomendable

Cocido riquísimo con buena variedad de carnes. Además el servicio de 10 y me quedo corto. La pena, que no es culpa del restaurante, es tener que aguantar una cuadrilla de paletos de ciudad bien entrados en años comportarse como las gallinas de mi abuelo

Pedimos un poco de todo, entrantes carne, pescado, ensaladas y postre. Todo buenisimo. Rápido y rico. El trato excelente. Tienen tronas y platos para los niños también. Un sitio muy acogedor y familiar, donde comer bien para todos los gustos!! Sin duda repetiremos.

Aparezco a las 15:00 pasadas y me atienden sin problema. Como en la terraza de fuera, a la sombra y corriendo el aire que se agradece y mucho. El camarero, Ruben, muy amable y muy atento. La comida toda riquísima y en su punto, y los tiempos muy correctos. En concreto pruebo el típico Cocido Maragato, tres “vuelcos” para los que mejor venir con hambre :) , y de postre natillas caseras. Termino con café de puchero. Sin duda un sitio muy recomendable.