Estuvimos en una comida familiar y la paella y los entrantes que pedimos, y también los vinos, estaban muy ricos. De los postres, caseros, comentaron estaban tremendos, pero como intolerante a la lactosa, no los pude probar. Como sugerencia, para que todos los clientes los puedan disfrutar, podrían considerar hacer los postres sin lactosa. Aún así, repetiría.
No conocíamos este restaurante a pesar de que según he leído lleva 30 años abierto, estábamos un grupo de amigos y uno de ellos sugirió ir a comer aquí aunque él tampoco había estado nunca. La atención muy buena, tardaron un poco en tomarnos nota pero era comprensible porque estaban a tope. La comida excelente, no puedo decir nada malo de ella. Pedimos el menú de grupo que son 35 euros con bodega incluída. Dejo unas cuantas fotos de los platos. A destacar las gambas que estaban de muerte y la paella de bogavante. A los postres no les hicimos foto pero algunos pidieron la tarta de queso que decían que estaba riquísima y otros la tarta de chocolate que era más corriente. Sin duda es un lugar al que volvería
El servicio genial, los camareros educados y atentos.
La comida esta muy buena tienen gran variedad de productos.
La paella nos gustó, pero no creo que sea lo mejor que tienen.
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