Comida gallega casera. Muy amables y buen servicio. Todo muy familiar.
No ha estado mal. Hemos empezado con una bravas pasables, el pulpo podría haber estado mucho mejor para ser un gallego, pero la paella ha estado muy bien. Un punto pasado el arroz pero muy buen sabor. Eso ha inclinado la balanza hacia el aprobado. Aceptable en general. Servicio muy amable
Opciones veganas buenísimas
Falta higiene urgente.
Falta de distancias de seguridad entre comensales que suelen ser jóvenes bebiendo alcohol. Denigrante.
Pésimo, el lugar estaba sucio y la comida dejaba mucho que desear. Patatas del día anterior y chocos quemados con un trocito limón seco, los platos estaban sucios; No recomiendo que vayan.
Se veía sucio y la comida tampoco es muy buena. Pidiendo entrecot y trajo un filetito enano, las salsas, tanto de las patatas bravas como de los filetes estaba cortada. Eso sí, si eres celíaco no tendrás problemas.
Un sitio peculiar en lo que el gusto por lo gallego y las cantidades generosas hacen que vuelvas a visitar este lugar. Dispone de terraza donde poder estar al fresco en verano y degustar su pulpo a la gallega y otras especialidades. Perfecto para salir a picar y acabar comiendo o cenando 😉
Fuimos a este restaurante por las críticas tan positivas que leímos en internet, y no nos ha defraudado.
Todo lo que pedimos estaba buenísimo (la paella de 10).
El servicio fantástico, es todo un lujo comer bien en un restaurante con un servicio tan cercano, a la vez que profesional.
Sin duda alg
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