Grata sorpresa un restaurante de instalaciones tan amplias y cuidadas para un pueblo pequeñito, típico y pintoresco. Decorado muy acorde con la edificación popular de la zona. Destacar la impresionante vista desde sus grandes ventanales en el mismo comedor.
Su comida es variada, de ración correcta y elaboración cuidada.
El servicio es amable y familiar, siempre resolutivo.
Nuestro grupo, de unas 40 personas, salimos encantados.
Un lugar con encanto y tranquilidad.
Restaurante grande y ubicado en un lugar con bellas vistas al lado de la casa rural con el mismo nombre.
Estuvimos cenando durante nuestro breve viaje a Guadalupe. De la comida, en general, sólo tenemos cosas buenas que decir. Los primeros y segundos son abundantes y sabrosos. Nada del otro mundo, pero correctos.
Los postres, por el contrario, no están a la altura. El balance, en cualquier caso, es positivo; sobre todo teniendo en cuenta que no existen muchas opciones en los alrededores de este estilo.
Servicio y atmósfera buenos, agradables ambos.
Alejandro Callejas Díaz
+5
Hemos comido muy bien. El restaurante tiene unas vistas preciosas. La comida muy rica y abundante (hay que tenerlo en cuenta). Tienen productos locales y la elaboración es muy buena. El vino que nos han ofrecido estaba muy bueno. No recuerdo el nombre, pero era extremeño. El servicio muy bien también. La camarera era encantadora ;)
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