En un entorno privilegiado, con hermosas vistas al mar, una comida espectacular.
Todo excelente y exquisito.
Muy buen servicio, muy agradables y con un trato muy familiar.
En un edificio emblemático, de estilo palaciego, que se inició su construcción en los años cincuenta,, con la pretensión de ser un hotel puntero y de gran prestigio a nivel internacional.
Un restaurante totalmente recomendable, en cualquier época del año, de una excelente calidad y servicio.
Fuimos un domingo a disfrutar del brunch que se sirve en la terraza. Las vistas son excelentes. Un gran servicio y unos platos muy elaborados. Empezamos a las 9:30 y no acabamos hasta pasadas más de 2 horas. Hay que ir sin prisas. Recomendable
Nos regalaron el desayuno y la verdad es que ha sido una gran experiencia. Ubicación excepcional, ambiente muy agradable y un personal tan atento como profesional (Juan Pedro un fuera de serie, la experiencia no sería lo mismo sin él, Leydi más callada pero atenta a todo). En cuanto a la comida muy original, sabores potentes y sorprendentes, con la cantidad exacta, todo bien calculado. Es una experiencia que recomiendo probar.
Que decir de este estupendo desayuno degustación, fantástico , hay que venir y disfrutar tanto de el menú como de el trato que ofrece el personal .Especial agradecimiento a Juan Pedro , por ser tan amable y atento.
El lugar , en una zona maravillosa,con vistas increíbles y una paz envidiable .
Gracias
Hoy he podido disfrutar de un fantástico y delicioso desayuno frente al mar. El Hotel Maricel siempre acoge muy bien a todos los que se animen a probar experiencias nuevas como esta. El desayuno fue un regalo y ha sido todo un acierto. El menú constaba de 10 platos increíbles acompañados de una explicación de la mano de Juan Pedro, a quien se le tiene que dar un 10 por su trabajo y acercamiento, la experiencia sin él no sería la misma, es el mejor. Por otra parte, Daniela atenta y cariñosa como siempre!
Por todo lo demás, las vistas son inmejorables al igual que la calidad de los platos. Se volverá a repetir!
Recuerdo inolvidable, celebramos nuestro aniversario de boda cenando en el restaurante, destacar el trato de todo el servicio en especial el de Julia, un encanto de persona. Y la estancia en el hotel indescriptible.
Fuimos a degustar “El mejor desayuno del mundo”.
El emplazamiento del hotel es privilegiado, la experiencia desde la terraza, espectacular.
El menú fue un paseo de sabores por diferentes productos mallorquines, entre otros. Jessica, la responsable de introducir todos y cada uno de los platos, fue exquisitamente correcta y agradable en el trato.
Para mi gusto (y el de mi pareja), demasiados platos dulces pese a que se trate de un desayuno. La relación coste-calidad-elaboración sería de un 8/10.
Merece la pena vivir esta experiencia, pero CUIDADO, ¡está muy condicionada al clima! Nosotros tuvimos un día fresquito pero soleado, con lo que estuvimos súper a gusto sin sentir que sobrase o faltase ropa. Un día caluroso o frío sin sol puede ser difícil de soportar, no disponen de estufas o mantas para el frío y desconozco si instalan parasoles en días de mucho sol.
Mencanta bamos cada vez que podemos
Menu 5 pasos ; burrata con naranjas de soller, muy delicado. 2da etapa : tartare de salmón, bien... sorbete de limón muy bueno que permite limpiarse la boca antes del cochinillo que es lo que me ha gustado más... la carne muy tierna y sabrosa. El postre era una crema con sabor a ensaimada , canela. No suficiente fino para acabar un menú muy delicado, es el bemol del menú. Un guitarrista con mucho talento nos ha acompañado durante la cena. Este menú vale 49 por persona. Raciones pequeñas pero suficiente. Servicio impecable.
Solo fue un café el viernes noche tras los foguerons de cas catalá , pero la ubicación, el sonido y olor del mar, la sonrisa y amabilidad del personal, la limpieza y la armonia en terrazas y zonas ajardinadas, te hacen sentirte muy bien en un lugar cadí mágico. Calma paz y estrellas fueron mi compañia
Muy buena experiencia. Lugar con vistas maravillosas en un enclave único, las terrazas del edificio señorial asoman al mar y permiten disfrutar de paz en la compañia elegida. El desayuno Maricel es una apuesta gastronómica de 10 platos, que combina modernidad y tradición, abriendo el paladar a un conjunto de sensaciones marcados por la belleza estética de su presentación. A gustos queda su disfrute, por mi parte casi la totalidad de los platos merecían buena nota. Servicio fantástico, con un camarero atento, simpático y profesional, Adrián, creo, que sin duda aporta frescura a la experiencia.
Vaya desayuno más espectacular! Son diez platos y todos buenísimos, y muy diferentes sin tener nada que ver. Con cada plato te envuelves en un mundo diferente de gustos y aromas. No se hace nada pesado las 3h de desayuno ni te quedas hinchado, da esa sensación al pensarlo pero luego en el momento pasa rápido sin darte y si tienes la mejor compañía mas aún. Nos ha atendido Ana, dando todas las explicaciones de los platos y como comerlos. Volveremos!!!!! Recomiendo ir y vivir esa sensación, vale la pena! Muchas gracias Rst. Maricel!!!
Muy bien todo. En espa más gente que amacas, ph y cloro un poco alto. Todo lo demés perfecto.
Hermosa vista. Ambiente muy agradable.
El sitio magnífico con vistas estupendas, se come muy bien, con el tenedor algo más llevadero para pagar aunque las bebidas extremadamente caras
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