Restaurante de pinchos y tapas, aunque tapas tenían pocas, cuando sacaban pinchos calientes nuevos los iban ofreciendo por las mesas,
El restaurante tiene una bonita vista al mar, es amplio con grandes ventanales, y una terraza no muy grande,
Los pinchos en general estaban bien.
Precio / calidad bien.
El lugar es bonito, amplio, luminoso y con vistas al mar. El servicio es amable y nos atendieron genial. Nos dieron mesa a las 15h y tuvimos que correr para pillar algún pincho salado porque ya no quedaba nada, sólo lo dulce. Lo que más nos gustó fue las alcachofas fritas de plato. Los pinchos calientes, con mucha variedad aunque pecaba de muchos fritos y bacon. La crema catalana con mucho caramelo. Lo malo es esperar a que te llegue el pincho a la mesa. Precio por persona 23€.
Buena comida, ambiente y atención.
Muy práctica la manera de elegir os pintxos frios y calientes.
Precios acordés e insuperable ubicación.
El local es moderno, amplio y, por lo menos en el mes de octubre, se cena tranquilo y hay sitio sin tener que hacer cola. En cuanto a la comida está es de tipo pincho el cual varía su precio en función de lo elaborado que esté y los precios oscilan entre 1,60€ a 2,50€ por pincho. Especial mención a los saquitos de verduras, la tortilla de verdura, el pan con queso de fondue y el sándwich de jamón y trufa.
Está bien calidad precio. Por poner una pega, te hacen esperar y no puedes reservar... Entonces si vienes de lejos te la juegas bastante... Está todo muy bien, el trato de camareros etc y la comida bastante bien, pero los postres muy poca variedad y sin más....
Local muy conocido de tapas y pinchos. Hemos estado en agosto y estaba muy concurrido, no se reserva, hay que hacer cola para que te tomen nota y luego te envían un sms cuando está apunto tu mesa. Para cenar estuvimos esperando por los alrededores 1 hora y 45 minutos. Hay variedad de pinchos fríos y calientes; regularmente salen camareros ofreciendo calientes por las mesas. Al final pagas según los tipos de "palitos" que has ido consumiendo. Tienes opción "Para Llevar" desde la web pero hay que pedir antes de las 19 h y ya indicas la hora de recogida, sin colas. En cuanto a intolerantes, comentarlo ya que hay opciones incluso si quieres un pincho concreto que no lleva glúten te lo hacen con pan sin glúten.
Tapas buenisimas y de gran calidad, y a buen precio. El local es fantástico, con vistas al mar
Vi que tenia la mejor calificacion de la zona y he dicho pues por algo será, hemos ido y la verdad hacen honor a su calificacion, que bien hemos comido. Tienen una gran variedad de tapas dulces y saladas algunas tradicionales y otras rollo gourmet. El sistema es que te coges un plato y vas a la barra y pides que te pongan la tapa que quieras. La atencion increible y los precios totalmente accesibles. Con mi mujer se nos ha ido la pinza y hemos pedido casi 30 tapas pero la verdadha merecido la pena lo comido y lo gastado. Si vuelvo a estar cerca definitivamente volvere a pasarme!
Uno de los mejores restaurantes de tapas que he probado. Muchísima variedad, frías y calientes. En barra pides las que quieres y luego van pasando por las mesas con las tapas calientes recién hechas. Buenísimas todas. Personal muy atento. Excelente calidad-precio. Una família con 2 adultos y 2 niños unos 70€ con 30 tapas. Y el lugar inmejorable, frente a la playa (no a pie de playa, pero practicamente). Repetiremos seguro!!
Un sitio muy recomendable y barato para comer unos pinchos al estilo vasco en Calella de Palafrugell. Los palillos grandes son 2€ y los pequeños 1,60€. Los camareros van sacando más pinchos en bandejas además de los que hay en la barra. Vistas a la playa.
Buena experiencia en tapeo. Fuimos un sábado al mediodía soleado, todos los restaurantes frente al mar estaban llenos y reservados así que nos alejamos unos cuantos metros y entramos aquí. Las croquetas y buñuelos de bacalao fueron de lo mejores que comí en un tiempo, tortilla normal, ricas olivas y luego unas cosillas de cordero.
Ha sido una grata sorpresa.
Me ha recordado mucho a las tabernas vascas de Bilbao o Sant Sebastián con sus pintxos de cocina de autor.
Algunos bocados de este bar eran tan delicados que parecían de alta cocina.
Amanida de favetes
Pintxo de tortilla de calabacín
Pintxo de tortilla de cebolla
Ensaladilla rusa
Y de lo que iban ofreciendo recién salido de cocina:
Pintxo de alcachofa y sobrasada
Vieiras con bacón
Calamar a la andalusa
Pintxo de pulpo a la gallega
Bikini de jamón curado con trufa negra
Sin duda aunque tuvimos que hacer cola (pues no admiten reserva de mesa), este bar es un buen sitio para una comida informal.
Que bien hemos comido...el acierto ha sido total al elegir este lugar. Pinchos buenísimos y muy variados para satisfacer cualquier paladar , escoge de los expuestos en el mostrador y elige de los que te van ofreciendo pasando en bandeja por las mesas . El local bien y el personal mejor. Limpieza de diez.Muy muy recomendable.
Gran sitio de pinchos. Fuimos por la recomendación de una amiga. Ya conscientes de que teníamos que hacer cola y esperar mínimo una hora. Pero la espera, valió la pena.
Te levantas y eliges entre una gran variedad y surtido de pinchos. Todos son de buena calidad con una buena presentación. Apetece probarlo todo. Como añadido, los camareros van pasando ofreciendo otros pinchos muy suculentos también.
El personal atento y educado. Sin duda volveremos, los tiempos de espera pueden hacer que alguno se vaya insatisfecho.
![4]( "Recensione")
Si quieres comer en un buen bar de tapas, pero que funciona con los clásicos palillos, que depende de la
“categoría” de la tapa varia, este es un buen local. Situado muy cerca de la playa (en la foto se ve la vista desde el bar) tiene un buen espacio para mesas, si bien las exteriores debido al tipo de calle peatonal son quizás un poco pequeñas, pero dentro tiene mesas para grupos de amigos o familias que son bastante amplias.
Las tapas, dependiendo de la categoría como digo, son de buena calidad, probamos diferentes y están todas muy buenas. Lo ideal, aunque lo descubrimos un poco tarde, es coger pocas y esperar a que vaya pasando el camarero ofreciendo las recién salidas, así vas eligiendo según el hambre que tengas. Eso es un acierto para ir vendiendo las tapas.
Si bien también el local es un poco ruidoso dependiendo de la cantidad de gente que vaya. Creo que en temporada alta se hace difícil conseguir mesa. Pero si la conseguís os aconsejo hacer una parada para disfrutar de una comida, un poco informal, pero en definitiva de tapas. Miraros también los precios de los palillos, que no todo vale igual y puede que os llevéis alguna sorpresa.
Muy aconsejable, para eso, tapear un poco. Y disfrutar de Calella.
Un sitio muy recomendado, variedad de pinchos y platitos. Hay bastante variedad, y conforme van pasando las horas van cambiando los pinchos. Producto fresco y del día. Los postres son también en formato pinchos, la zona muy muy cerca del mar. Muy recomendado, repetiremos!
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