Tras unos días en La Manga, fuimos a Calasparra solo para probar su menú degustación y fue un acierto total.
Juan Diego se ocupó de nuestra mesa y nos atendió muy, muy bien. Agradable, atento y profesional.
Nos encantó el aperitivo de "carne", la zamburiña, la croqueta, el ravioli, el arroz y la torrija.
Es verdad que cuando llegamos al arroz ya casi no podíamos con más, pero el arroz mereció un lugar aparte, al igual que la torrija.
Todo de 10 a un precio excepcional (35€/perdona + bebida).
Probamos el menú degustación que es una delicia, empezamos con unos entrantes, unos 8 entrantes hasta llegar al arroz. Juan Diego nos trató excelente, y explicó los platos.
El canelón de carrillera una pasada.
Ponemos fin con el postre y elegimos tarta de queso, muy rica. El arroz espectacular!
Fco. Javier Clares Mateo
+5
Experiencia 🔝🔝🔝: Le teníamos ganas y no defraudó. Fantástica combinación de sabores genialmente elaborados con un trato espléndido y cariñoso.
Local 👌👌👌: Amplio, cómodo, limpio y ordenado. Bastante bonito y con toques elegantes. Nos sentimos cómo en casa.
Carta 🤡🤡🤡: Nos pareció un acierto. Una carta muy equilibrada, con opciones para todos los gustos. Nos maravilla la gran cantidad de elaboraciones en forma de entrante que tienen, ya que nos vuelve locos probar elementos diferentes. Brutal.
Cocina 😍😍😍: Fantástica, sin palabras. La zamburiña gratinada es la mejor que hemos probado, de verdad. El cayuco, alucinante. La marinera de anguila, espectacular. Mención especial al perrito, vaya locura. De verdad, cada plato te sorprende. Pd: Tarta de queso...💥💥💥.
Trato 🤗🤗🤗: Qué cariñosos y qué buen rollo. Nos trataron de forma maravillosa, muy cercana y con mucha alegría.
Precio 🎈🎈🎈: Mejor imposible. No se puede dar tanta calidad con un precio así de bueno. De verdad, nos sorprendió. Comimos de auténtico lujo, nos quedamos llenos, maravillados y a menos de 20€ PAX. Recomendable no, lo siguiente.
Conclusión 👌🌎🧡: Diez. Volveremos porque es difícil hacerlo mejor. Qué rico, qué rico y qué RICO TODO. Nunca cambiéis. TOP.
Fuimos por recomendación desde Cartagena y mereció absolutamente la pena y superó las expectativas. La relación calidad precio es excelente, estaba todo muy bien presentado, los platos eran bonitos y, lo más importante, riquísimos.
El servicio fue de gran calidad, el camarero que nos atendió fue muy amable y nos recomendó genial.
Las croquetas, el tartaco y la torrija sería imperdonable no pedirlas, estaban tremendas, aunque todo lo que pedimos fue un acierto.
Si viviéramos más cerca iríamos a menudo.
Un gran sitio, la comida muy deliciosa. El chico que nos ha atendido muy amable. No tengo fotos de todo lo que hemos comido, solo del famoso arroz cuadrado, pero los sabores han sido muy exquisitos. Recomiendo el sitio. Volveremos. De precio también está muy bien.
No tengo palabras para lo bien que comimos y lo bien que nos atendieron comimos el menú degustación y chapó el camarero nos iba explicando lo que llevaba cada plato super atento y muy simpático muchas gracias por todo
Fuimos a tapear. Pedimos patatas bravas: muy buenas. Torreznos de Soria: el torrezno y la salsa estaban muy buenos aunque a nosotros la confinación no nos gustó. Tienen tirador de Águila sin filtrar, poco habitual, si te gusta esta cerveza, ya sabes.
Gran variedad de tapas y espectaculares, sus carnes son top.
Tiene zona de barra y salón comedor interior amplio.
Sistema de reserva online.
La terraza por la noche en verano cerrada al tráfico en plena gran vía es un lujo.
El mejor menú degustación calidad-precio que he probado.
Fuimos desde Moratalla ex profeso para comer allí porque nos habían hablado maravillas. Pensaba que era el casino del pueblo pero no, simplemente tuvo algo que ver en su momento y conserva el nombre.
El local no tiene nada de especial pero es funcional y cómodo. Bien. Pero cuando se empieza con la comida del menú degustación se desata la magia.
Juan Diego es uno de los mejores maitres que uno pueda tener, y en restaurantes de copete de Murcia o Madrid no los encuentras igual. Explica el menú con pasión y emoción por lo que hacen, con gracia, con atención, con empatía y con conocimiento. En los vinos, se nota que sabe, que lo disfruta y lo vive. Es un experto y te hace la experiencia mucho más agradable, junto con otros camareros que también apoyan.
El menú es simplemente una pasada. Sorprende y cautiva con cada plato. La concha de vieira fue nuestra favorita, un espectáculo. Por lo demás, lo mejor es ir sin mucha información y dejar que te sorprenda cada nueva presentación, como una buena película de guión enrevesado en la que todo acaba encajando como un reloj suizo.
El precio es imbatible. Son duros a cuatro pesetas. Nos sentimos muy felices al salir de allí, y de eso se trata. Una gran experiencia.
Seguid así, chicos. En el Noroeste hacen falta más como vosotros, o al menos que todo el mundo os conozca y os valore. Lo que hacéis es muy grande y tiene mucho mérito.
La experiencia fue estupenda, todo lo que probamos tenía un sabor y una calidad inmejorable. Nosotros pedimos unos de los menús que ya tienen en carta, pero haciendo cuentas creo que sale más rentable pedir fuera de este, aunque como no sabíamos qué hacer nos dejamos aconsejar. Por supuesto no os podéis ir sin comer su arroz y su tarta de queso al horno.
Otro guiño a los camareros, sobre todo al chico joven que nos atendió que fue muy amable, pese a que el servicio era lento y no era una hora transcurrida ni tampoco había gente.
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