Hemos venido a tomar un café y un dulce, Domingo a las 16:00h.
Los dulces eran tartaleta de crema y milhojas con nata. Espectacular. Me ha recordado a los sabores de antaño.
El café, también muy rico.
Hemos leído más críticas, algunas negativas, pero nuestra experiencia es la que acabo de expresar.
Desayuno espectacular,el bollo de nata increíble y también las tejas,txupito de zumo de naranja de cortesía,muy buena atención
Pongo 5 estrellas porque es el tope, pondría más... he pedido un expresso después de visitar la catedral y ha sido un éxito. Las cámareras muy atentas, y el local precioso. Se nota que es un bar de alegria porque incluso entre ellas cantaban. El café muy bien hecho y la pastita muy rica, no está en
Nos pedimos dos helados y estaban exquisitos. La camarera que nos atendió era muy maja y simpática. Volveremos a ir para refrescarnos frente al río.
Muy buena atención y muy buenos pasteles es el segundo año que repetimos somos de Asturias y estamos de verano en el Valle Manzanedo que tenemos una casa en el pueblo mis padres ya conocían la pastelería que estuvieron muchos años viviendo en Burgos esperemos poder volver a repetir el próximo año a
Está todo tan rico....
Confitería de las buenas, local clásico con solera , personal muy amable en pleno Paseo del Espolón (también entrada por Plaza Mayor).
Cuando voy, no me resisto a pedir un Chevalier (foto muy de Burgos).
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Lugar céntrico. Ideal con este frío, para tomarte un café y un chocolate calentito y acompañarlos con dulces típicos del lugar.
Te preparan cajas del tamaño que prefieras, por si quieres llevarte dulces de regalo.
La chica joven que atiende, muy amable
LO RECOMIENDO MUCHO
- Precio — 10,40€ por un desayuno para dos personas. El agua me pareció cara, un botellín muy pequeño 2€, pero el resto estaba muy bien de precio.
- Comida — Muy bueno. Estaba todo delicioso y tenían mucha variedad.
- Servicio — El señor que nos atendió muy amable y servicial.
Muy buenos los pasteles. Mi preferido es el Chevalier. El trato un poco dejado. Estaban todos en la parte del bar.
me pedí un capuchino, café exquisito y las camareras muy amables
Cafetería céntrica con mucho encanto.
El café está buenísimo y los pasteles que pedimos para acompañarlo también.
Aunque estaba bastante lleno y solo había dos personas atendiendo, el servicio ha sido rápido y muy agradable.
El interior es super acogedor
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