El Gaico es un clásico de Bilbao, de toda la vida.
Un buen sitio para desayunar , comer o tomar unos pinchos en cualquier momento.
Los dulces torrijas , rosquillas, tortitas, bizcochos … exquisitos.
El espacio tranquilo , amplio y cómodo.
El personal amable.
Aparcamiento de pago cerca.
La comida estaba bien pero tengo que, decir que nos cobraron 30€ por un Verdejo y me mosqueę, pero decidí llamar y preguntar. La respuesta fue inmediata, se habían equivocado. Se disculparon y me abonaron la diferencia. Gracias, de verdad, rectificar cuando hay una equivocación es lo mejor y la respuesta de la encargada rápida y eficiente. Habrá que volver.
Cafetería elegante con buenos desayunos y una amplia barra de pintxos muy ricos. Yo comí un pequeño bocadillo de bonito del norte con mayonesa y alegria riojana que estaba de miedo. Sencillo pero delicioso.
El local es amplio aunque si hay obra de teatro en el cercano campos elíseos se puede quedar hasta pequeño de la cantidad de gente que se puede llegar a juntar allí dentro. Siempre es una buena opción si estás esperando a entrar a ver una función.
Un clásico de Bilbao, con una atención de los camareros propia de otros tiempos, gente como Fran hace que merezca la pena ir, mención especial para la repostería que tienen, deliciosa
Por comentar algo que hacen la mayoría de restaurantes y que me parece que deberían de cambiar, si el menú incluye vino y yo pido un vino diferente, creo que deberían de restar el valor del que incluye el menú sobre el pedido, o en su defecto dar el del menú para llevar.
Gaico muy bien atendidos, café, caldito caliente para este frío, es un lugar muy bonito, música amena, algo romántico, tranquilo y elegante. Muy bien
Muy amables
La comida es muy buena.
Hay parking de pago muy cerca.
Está muy céntrico y a la vez es una calle muy tranquila lo cuál es perfecto para comer y luego ver el centro y además muy cerca para bajar al casco viejo
Alejandro Luis Carreras
+5
Local muy bueno, personal muy agradable
Íbamos al teatro campos eliseos y no sabíamos donde comer , reservamos el mismo día y muy bien, comimos las sugerencias del chef y todo muy rico. Mi hijo de 10 años comió el entrecot y dijo q estaba riquísimo . Cuando volvamos al teatro volveremos sin duda .
Cafetería céntrica, servicio exquisito y próximo, comida excelente y precios más que razonables.
Supongo que a los locales no les sorprende, pero a un visitante que entra por casualidad, te deja realmente maravillado por el sitio, la comodidad y las atenciones.
La comida excelente, la carne en su punto, y el precio tirando a barato.
Recomendable siempre que quieras calidad.
Un lugar para comer, tomar cafe o un chocolate con churros , las torrijas buenísimas, los pintxos lo mismo. En fin una cafetería de las que ya no quedan. La decoración clasica y lo mejor, la atención de los camareros.
Estuvimos el viernes cenando unos sandwiches y ensaladilla; todo muy rico y el servicio( a nosotros nos atendió Andrea) excepcional.
Volveremos sin dudar.
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