Raquel Colorado Marañón
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Es uno de mis lugares preferidos de Bilbao. Nunca nos cansamos de volver. Es un sitio muy especial , recogido , su preciosa decoracion y muy familiar. Su comida es única.
Todo un descubrimiento y un acierto. Local algo pequeño, pero muy acogedor. Es imprescindible reservar con cierta antelación ya que se llena con facilidad. El trato por parte del personal fue exquisito y maravilloso. La persona que nos atendió estuvo pendiente de nosotros en todo momento. La decoración del local está ambientada naturalmente en Egipto, lo que hace que la estancia sea muy agradable. La comida está muy buena y nos asesoraron en todo momento, tanto de los ingredientes como de las raciones. Pedimos un poco de todo para probar, sobre todo en los postres, y nos encantó. Vale la pena acercarse a este rincón de Egipto en Bilbao. Volveremos para repetir la experiencia y sobre todo para seguir degustando los platos que no pudimos probar en esta ocasión. ¡Visita totalmente recomendable!
La comida increíblemente buena, la atención la mejor y encima a un precio justo (barato) cosa q en bilbao últimamente es muy difícil de ver
El sitio es pequeñito así que hay que apretarse pero no pasa nada, ahora en diciembre se agradece. La chica es muy maja, le preguntamos por alguna especia a la que una persona era alérgica y no nos puso inconveniente en servirlo sin ello.
La comida es sencilla pero rica y lo sirven bastante rápido. A mi me gusta terminar con el té egipcio de la casa, que tanto para ayudar a la digestión como para entrar en calor es ideal.
![5]( "Recensione")
Era la primera vez que íbamos, no habiendo probado nunca cocina similar. La decorqción del sitio me ha gustado especialmente. Tampoco ibamos con expectativas ni nada semejante. Queríamos probar algo nuevo que pudiera gustarnos, y así ha sido.
Tanto a mi pareja y a mi nos ha encantado, no somos picajosas con la comida ni nada por el estilo, nos gusta el 98% de la comida global. A continuación os dejo nuestras recomendaciones, espero acordarme:
De entrantes pedimos "Aperitivos variados" o algo así, que venían salchichas al estilo egipcio, hummus y Lebna, que con el pan de pita está riquisimo. A parte, el pan de pita fino, muy rico también. También como entrante para compartir ensalada egipcia, muy rica.
De primer plato: Pedimos dos pitas (tened en cuenta que pone en la carta que todas las pitas rellenas llevan queso suave, se pueden preparar sin el); pita de cebolla y carne, y pita de ternera asada. (1/2 nos la hemos traido a casa).
De segundo plato: 3 piezas de falafel en pita con tomate y lechuga, muy rico y fresco.
De postre pedimos baklava de pistacho (1pieza) y turron de pistacho y sesamo (1 pieza en 4 trozos). A pesar de que lo esperábamos empalagoso, no lo era en absoluto.
Nos quedamos satisfechas completamente pero sin sensación de pesadez.
No nos ha decepcionado en absoluto. De hecho, lo recomiendo como otra experiencia. Si el local lleva tanto tiempo abierto, será por algo😊
Tanto el trato como la comida correctos. Los platos están buenos pero nada de lo probado me invita a volver a repetir, aunque puede que los haya. El pincho húngaro, por ejemplo, una decepción. Pero el té moruno está muy rico.
Local muy coqueto. No es muy grande si quieres comer o cenar, reserva o ten paciencia. La experiencia lo merece. Precios justos buena calidad y una oferta diferente
Me sorprendió y muy para bien este restaurante. Excelente cena de comida egipcia. El trato por parte de la camarera fue excelente. Sin duda volveremos a repetir
El sábado estuvimos comiendo allí, no voy a nombrar los platos porque no me sé los nombres, pero la comida estuvo genial, muy rica!!!
La camarera muy simpática y muy atenta. Y el sitio es pequeñito pero muy chulo.
Es la segunda vez que vamos y volveremos!!!
Fuimos a cenar cuatro personas y la verdad a todos nos sorprendió para bien, comida variada y exquisita. Mención especial a la chica que nos atendió, que era majísima. Por poner alguna pega, el espacio, es un sitio muy pequeño, pero aún así disfrutamos un montón.
Pequeño restaurante, mejor reservar.
La comida está rica y el precio (y las reacciones) no es alto.
Encontrar dolma en Bilbao, un lujo (aunque mejor si además de arroz tuviera también carne picada).
El trato de la camarera muy bueno
Yo estuve con mi familia el día de la madre con mi familia la camarera super atenta servicial y muy agradable.
La comida con mucho sabor pero fresca nada pesada .y la tarta de chocolate blanco y pistacho me fascinó.si tuviera que poner un pero solo podría decir que el local aunque acogedor y súper bonito un poco pequeño y es una pena porque por desgracia tuvieron que decir a gente que no había sitio si seguís hasi creo que tendréis grandes éxitos
Llegamos a las 11 y 20 de la noche. Le preguntamos al señor que atiende allí que si podíamos aún cenar, y nos dijo que cerraban a las 12 pero que aún así nos atendían. La verdad eso me pareció muy amable por parte de ellos porque no tenían por qué hacerlo y aún así lo hicieron, y para mi eso es ganarse la clientela.
Nos recomendaron los platos que más se pedían y la verdad todos estaban muy ricos.
Es un ambiente muy tranquilo y agradable.
La comida calidad precio está muy bien,pero quiero destacar el trato que da Katy a los comensales,todo el rato atenta de las necesidades del cliente y con una sonrisa y con buenas maneras siempre....estamos comiendo en la terraza y amenazaba tormenta,ha estado Katy pendiente si llovía para mover sombrillas o incluso para meternos dentro,aunque estaba a tope..hemos acabo dentro tomando el té!!todo estupendo ,pero Katy es lo más,gracias!!!!
Lo recomiendo por sus ricos platos y el trato agradable, llevo años yendo y nunca falla. Local muy agradable, relación precio calidad excelente y además con postres egipcios.
Una cena genial, sitio súper agradable y comida riquísima. Todo lo que probamos un acierto.
La camarera también muy simpática, nos explicó como eran los platos y postres, parte de preparar una sangría muy rica
Restaurante pequeño y acogedor, la comida deliciosa y el trato excelente. Absolutamente recomendable. Muchas gracias.!!!!
Comí un viernes allí, y la verdad que muy buenas recomendaciones de la camarera. Me quedé con ganas de poder probar más cosas, asique repetiré sin duda. El shawarma de cordero espectacular (y no me gusta demasiado el cordero) y las tartas caseras también. Volveremos
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