Mariavy García-Escribano
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Lo bueno es que tiene la cocina abierta todo el día, el servicio es muy amable y atento y el sitio es precioso, con vistas al mar en primera línea.
No tuvimos problema al reservar, ya que era octubre.
Para dos pedimos sepia (que estaba espectacular) y de las sugerencias el huevo con jamón (nada nuevo, lo bueno que las patatas no estaban fritas y no era muy grasiento el plato).
De postre pedimos torrija, no estaba mal, pero nada destacable.
El precio fue 20 por cabeza.
Nos hicieron hueco para dos personas a las 4pm sin tener reserva previa, lo que es digno agradecer al servicio en pleno julio y el local lleno de gente. El personal es súper profesional, atento y dispuesto, y la comida no está mal. La ensaladilla estaba correcta y los calamares muy bien fritos, suaves y sin estar grasiento y con una mayonesa cítrica deliciosa. Lo peor la ensalada de tomate, de estos insípidos que ahora por desgracia abundan tanto. Repetiríamos.
Un sitio muy agradable enfrente de la playa, el camarero qué nos atendió (Pablo) nos brindo una velada excelente, preocupándose en todo momento y al tanto de que nos lleguen los platos (ya que dos de ellos se les paso y estuvimos esperando un ratito). Los platos perfectos, tanto en sabor como en presentación y precio. En resumen un buen sitio para cerrar una noche con tu pareja o en familia.
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