Expectativas superadas. Un rincón con encanto en el pleno corazón de Arroyo de la Miel. Un espacio en el que los niños pueden jugar tranquilos porque no hay peligro de carretera. Comida de gran calidad y con mucho producto malagueño. Las croquetas de espeto y las de gambas al pil pil estaban espectaculares. Crujientes a la par que cremosas. Ensaladilla rusa coronada con huevo frito, muy equilibrada y sabrosa. El pescado bien frito, sin excesos de harina y sin estar aceitoso. Los boquerones al limón y la raya frito nos supo a gloria. Para los niños pedimos unas lágrimas de pollo y patatas fritas que quitan el sentido, en especial la salsa al curry que acompañaba al pollo. El Mero a la brasa fue todo un acierto. Se aprovechan todas las piezas del pescado. A destacar que la raspa y cabeza la sirven frita, un manjar para los antes del rechupeteo. Raciones generosas, por lo que no te quedarás con hambre. Carta de vinos, en la que hay algunos de la DO Sierras de Málaga. Volveremos a probar otros platos de la carta.