Las mejores vistas de todos los paradores en los que hemos estado. El desayuno, deja un poco que desear, sin llegar a ser malo.
Nos atendieron muy bien en el restaurante, y nos supieron ayudar a escoger el arroz adecuado. Merece la pena ir al restaurante y probar el arroz y los canelones.
Habitaciones muy espaciosas, limpias, y con las mejores vistas.
Estuvimos en temporada baja y es increíble lo tranquilo que es. El Parador es increíble, los trabajadores son muy amables y muy atentos. Venimos de la ciudad de Barcelona, y esto es perfecto para desconectar del ruido, de las personas, etc. La habitación con vista al mar es de 10! Lo recomiendo mucho en temporada baja para desconectar unos días. Volveré para verano sin ninguna duda.
La localización es inmejorable, a 2’ andando de la playa, el hotel está muy bien y las habitaciones están reformadas con gusto, y además todas tienen vista. El handicap lo tiene el restaurante y el spa.
El restaurante no es tal, es un comedor, con luz a toda castaña y sin ninguna gracia, no vale la pena quedarse. Si bajaran la intensidad de la luz y lo hicieran más íntimo, vendría a cenar gente de fuera del hotel. La cafetería la lleva 1 sola persona (abril) y va de bólido, pero sirve para comer algo sin pretensiones, sandwich o similar. La vista es bestial, eso ya vale la pena.
El spa es correcto pero sin más, me hice un masaje pero no me preguntaron intensidad, por lo que me pareció flojo.
El servicio del hotel en general es correcto, amable, pero le queda mucho para ser 4 estrellas falta mucho detalle de att al cliente.
No obstante, vale la pena ir por el enclave y las instalaciones, son un espectáculo. Ahora bien, insisto, si le pusieran cariño a los detalles, sería un 10.
Gracias por todo y hasta la próxima 😉
Lugar de ensueño sobre un acantilado con vistas al mar y a una cala. Hemos contratado servicio de desayuno, cena y spa. El desayuno estuvo bien, aunque faltaban algunos productos esenciales como mermeladas, plátanos y huevo/bacon. La ubicación es inmejorable, vistas únicas y de ensueño. La cena estuvo muy buena; hemos comido cordero y bistec. El spa está bien, es pequeño pero acogedor. El masaje bastante sencillo, pero logró el cometido: relajar. Súper recomendable para parejas, amigos y pares.
Pasamos el fin de semana y fue una increible experiencia en el Parador. el restaurante merece la pena, tienen variedad de platos y la calidad es muy buena. Todo el hotel tiene vistas muy bonitas, todas las habitaciones dan al mar. Los trabajadores muy atentos en todo momento. El parador tiene un camino para bajar a la playa de aiguablava, una de las mas bonitas de la costa brava.
Somos clientes habituales, y nada que decir en general, pero últimamente estamos viendo una ausencia en el servicio por falta de personal. No puede ser que vayan de sudando , corriendo, etc., tanto en el restaurante como en el comedor. Una persona sola en el comedor repartiendo, yendo para arriba y para abajo a la cocina y sirviendo en el bar. Yo tengo confianza con ellos y hablo mucho con el personal porque me fijo en estas situaciones y esto crea mal humor en el trabajo y se transmite aunque quieran evitarlo. Siendo un parador puntero esto se debería de arreglar, porque con la calidad que tenéis en la comida el servicio os quita puntos. Y repito son excepcionales los camareros/as.
El parador está en una ubicación top encima de un acantilado. Se accede por camino privado con barrera desde la bonita cala de Aiguablava. Mucho aparcamiento.
Hay acceso directo a la cala por un camino des del Parador.
Todas las habitaciones con vistas al mar. Algunas al océano y otras a la parte interior (aiguablava, fornells etc)
Las habitaciones se ven cuidadas y renovadas, con gran balcón. Son cómodas y agradables.
El servicio es bueno y esmerado.
Como punto de mejora sugiero cambiar las mesas de mármol del bar que dan mala impresión por los cercos de vasos que se han quedado perpetuas, mejora al detalle en la limpieza de la habitación y mejorar la presión en la ducha (agua caliente).
Gracias por esta fantástica experiencia.
Estuvimos en una habitación estándar con impresionates vistas al mar. El servicio en la cafetería es genial, el desayuno es muy completo y las instalaciones son excelentes.
Excelente opción en temporada baja ya que los precios son mas bajos y está menos concurrido. Totalmente recomendable.
Edito mi valoración- Estuvimos hace unos años una semana, vivo en Sevilla y tenía buenos recuerdos de la Cala de Aiguablava... recuerdos, ya que es IMPOSIBLE poder poner un pie en pleno agosto.
Volviendo al parador, todo bien en general, habitación, comida, bar, vistas de la terraza al acantilado... pero nos paso algo increíble, ya que nos dio por cenar en la habitación una noche y utilizar unas butacas que había, pues el resultado fueron CHINCHES, sí, nos levantamos llenos de picaduras por las piernas y la espalda y es único sitio en el que nos sentamos fuera de la cama. Por juventud o estupidez no reclamamos en aquel momento, pero aquello era denunciable.
Estuvimos en diciembre, temporada baja, pero perfecto para disfrutar de un parador increíble. Muy recomendable por ubicación y el increíble paisaje que hay alrededor, con bajada directa a la pequeña playa de Aiguablava. La habitación de gran tamaño, cama muy cómoda, terraza y ducha panorámica. Se puede aparcar justo en la misma entrada sin agobios. Faltaría alguna zona de juegos para peques, por lo demás excelente, incluyendo el buen trato siempre del personal de paradores. Desayuno abundante y variado de buffet con vistas preciosas.
La singularidad del edificio, el entorno y ubicación, la calidez de la habitación y espacios comunes, la amabilidad en el trato, el mantenimiento de sus instalaciones, su excelsa cocina, la calidad del desayuno… son importantes motivos para valorar muy positivamente un Parador de Turismo, pues bien, el 𝑷𝒂𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓 𝒅❜𝑨𝒊𝒈𝒖𝒂𝒃𝒍𝒂𝒗𝒂, puede hacer alarde de todos ellos.
Los espacios comunes son realmente preciosos, con obras de arte contemporáneo por todas sus estancias.
La habitación es grande y acogedora, totalmente remodelada y muy funcional, con una terraza generosa y magníficas vistas. Las camas dobles son muy cómodas.
El cuarto de baño es muy completo y como el resto de la estancia, la limpieza en general, es excelente.
El Spa no es muy grande, pero bastante completo, igualmente con estupendas vistas.
La cocina está a la altura de Paradores, todo lo que probamos tanto en cafetería como en restaurante estaba realmente delicioso. La calidad de los productos es incuestionable, soberbia ejecución y magnífica presentación de los platos.
Postres sobresalientes, mención aparte a la crema catalana.
Hay que destacar que todos los platos son suficientemente generosos en tamaño y cantidad.
El desayuno es muy apetitoso: zumo de naranja, buenos panes, bollería, quesos y embutidos, lácteos y bastante surtido en platos calientes. Por supuesto, unas botellas de cava de libre disposición. En este punto echo en falta más embutidos de la zona, como butifarras, de perol, bull, fuet…etc.
Mención especial al equipo humano: el trato del personal de recepción, cafetería y comedor, spa, sin olvidar a las limpiadoras y camareras de piso, es realmente amable, haciéndonos sentir cómodos en todo momento, sobremanera a José María, de recepción, un señor realmente entrañable.
Somos clientes habituales de Paradores y teniamos ganas de conocer este
Ubicacion privilegiada con unas excelentes vistas al mar
Hemos ido con lluvia por lo que no hemos podido visitar la playa,en verano supongo debe ser distinto
Edificio moderno y bonito
Cafeteria agradable
Habitacion amplia con vistas al mar,aunque la ducha necesita mas limpieza en la junta de las baldosas (126)
Atencion amable como siempre
Con tantas estrellas que he otorgado al Parador de Aiguablava esto parece un cielo. Pero es que el cielo está allí muy presente, sobre todo hacia el mar, hacia el horizonte de levante. El parador reposa en calma sus líneas rectas y blancas sobre la piedra de un promontorio sobre el mar, alto, aislado pero en contacto con la cala, con el cielo y con el mar.
Sus estancias amplias, cómodas y muy luminosas, invitan al sosiego, a la lectura, sabiendo que si alzas un momento la vista, verás el monte cercano al mar, poblado de casas, los pinos, la cala de aguas turquesas, el horizonte que convida a soñar.
Habitaciones amplias y luminosas, spa suficiente, piscina exterior (lástima que sólo utilizable en verano), sosegado jardín, cocina atenta y servicio aún más atento.
Magnífico lugar para pasar, al menos en invierno, unos días de tranquilidad y sosiego.
En la Costa Brava en una de las 8 calas que posee Begur, en la cima de un acantilado, encontrarás un Hotel de alta categoría con vistas increíbles al mar 🌊.
El mismo cuenta con 2 plantas distribuidas en 74 habitaciones, un lobby con grandes ventanales que vista a la cala y a los veleros que descansan sobre la misma.
Se puede llegar desde un sendero lateral empedrado con lajas, entre sus pinos gigantes ascendiendo al mismo o en automóvil donde contarás con parking exterior- interior.
En la vista lateral de los ventanales tiene mesas exteriores ideal para tomar un café ☕️ con algo dulce por la tarde con vista a la cala, muy buena experiencia para la vista.
Der Parador liegt sehr schön an einer kleinen Bucht Aiguablava. Essen typisch Spanisch und Katalanisch - sehr köstlich 😋.
(Traducido por Google)
El Parador está muy bien situado en una pequeña bahía de Aiguablava. Comida típicamente española y catalana, muy rica 😋.
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